Agentes pertenecientes a la Policía Local de Málaga actuaron en las inmediaciones de una sala de fiestas situada en calle Parauta, en la que identificaron a un total de 70 jóvenes, de los que 21 fueron denunciados por cometer distintas infracciones administrativas. Además, denunciaron al encargado del local por tener anuladas las salidas de emergencia y trascender la música al exterior.
La intervención tuvo lugar el pasado domingo 10 de marzo. Así, según han informado desde la Policía Local, los agentes comprobaron que la música del local trascendencia al exterior, no estando suficientemente insonorizado, por lo que procedieron a localizar e identificar al encargado del mismo para levantarle la correspondiente acta de denuncia por ese hecho.
Además, los policías locales comprobaron que el local disponía de tres posibles salidas de emergencia, las cuales, por diferentes motivos, se encontraban prácticamente anuladas, con el consiguiente peligro que ello podría suponer en caso de que fuese necesaria la rápida evacuación de las personas que se encontraban en su interior, han precisado en un comunicado.
La primera salida de emergencia mostrada por el responsable del establecimiento era la misma entrada, la cual se encontraba taponada por una gran cantidad de jóvenes que la abarrotaban. Continuando con la inspección, las otras dos puertas estaban en los laterales, observando los agentes que una de ellas se encontraba a 1,50 metros de altura sobre la acera.
Según han precisado tenía una especie de rampa de hierro como barandilla que dificultaba en gran medida la evacuación de personas; mientras que la del otro lateral estaba obstruida por vehículos estacionados, lo que, junto a la estrechez que presentaba la acera, dificultaba, igualmente, la salida de personas en caso de que fuese necesaria una evacuación de urgencia.
Tras la inspección, los policías realizaron un informe detallado de las supuestas infracciones, que fue remitido a los organismos oportunos. En cuanto a las personas que estaban fuera, los agentes identificaron a unos 70 jóvenes, de los que 17 fueron denunciados por consumir alcohol en la vía pública, tres por hacer sus necesidades fisiológicas en la calle, y uno por ruido inadmisible.