El nacimiento del nuevo príncipe británico causó gran expectación, por lo que los periodistas esperaron pacientemente en las puertas del hospital para esa primera instantánea. Kate es primeriza a sus 31 años, y el bebé ocupa el tercer puesto en la línea de sucesión después de su abuelo el príncipe Carlos, y su padre el príncipe Guillermo. Hasta el momento no conocíamos el sexo del bebé, y aún no sabemos qué nombre escogerán para él. Las apuestas rondan entre George y James, dado que se trata de nombres tradicionales en la familia real.
Lo que dejó atónito a los periodistas, es la silueta que ha logrado mantener Kate a lo largo del embarazo. Bien es cierto, que las madres primerizas suelen lucir una barriga bastante discreta, aunque influyen factores como el metabolismo, la alimentación y el cuidado que se lleve a cabo a lo largo de los meses de embarazo. En declaraciones de la duquesa de Cambridge, confirmo que no había ignorado sus antojos. Eso sí, confesó que había dedicado parte de su tiempo libre a practicar yoga y algunas horas de entrenamiento para mantenerse en forma y relajada durante los meses de gestación.
El peso medio que suele engordar una embarazada es de 10 kilos, para volver a sentirse bien con su cuerpo es necesario llevar a cabo la práctica de deportes y una alimentación saludable. En ocasiones no es suficiente, por lo que se pueden llevar a cabo tratamientos estéticos, que ayuden a mejorar la silueta. Uno de los tratamientos más demandados es la mesoterapia, dado que permite reducir la celulitis, bastante común tras el embarazo.