Antonio Dovao es un guitarrista y también constructor de guitarras flamencas, así como director de las academias de la peña de Huelva. El guitarrista cordobés, pero afincando en Huelva desde pequeño, sintió desde temprana edad verdadera pasión por tocar la guitarra flamenca, pues no en balde, su padre, también llamado Antonio Dovao, fue en Córdoba uno de los buenos aficionados a la guitarra. Hoy, Antonio nos desvela su nueva faceta de su arte, el hacerse constructor y docente de este instrumento musical.
Antonio, ¿muchos años ya inmerso en el mundo de la guitarra flamenca?
–Pues la verdad que, desde chiquitito, me viene de mi padre, que era guitarrista, y en casa siempre estaba escuchando la guitarra, luego, más adelante, con la edad de dieciséis años, después de morder el anzuelo, me enganché, y llevo veintidós años ya como profesional.
¿Cantaores a los que acompañaste, que recuerdes?
–Pues la verdad es que, a lo largo de mi trayectoria artística, han sido muchos, puedo citarte a Manolo Sousa, Márquez “El Zapatero”, Antonio Saavedra, Antonio Ortega, estos de Sevilla, también a Miguel de Tena, y en cuanto a cantaores de Huelva, prácticamente a todos, a saber: Sebastián Cruz, Rocío Márquez Limón, Argentina, Jeromo Segura, Plácido González, Manolo Limón “El Buche” Antonio Toscano, Mario Garrido y Eduardo Garrocho entre otros.
¿Cuánto tiempo le has dedicado a este instrumento a lo largo de toda tu vida, Antonio?
–Pues en los primeros años, cuando empecé a estudiar, le dedicaba como mínimo unas diez horas todos los días, a excepción de las veces que por diferentes motivos salía para actuar
¿Te consideras un autodidacta?
–En este sentido tengo que decir que no, he tenido buenos profesores de fuera, como Eduardo Rebollar, Niño de Pura, Merengue de Córdoba, José Luis Postigo, y de Huelva a Pepe Corbi y Manolo Sierra.
Sinceramente, con la mano en el corazón, ¿se hace complicado aprender a tocar la guitarra flamenca?
–Creo que cuando uno se propone una cosa, consigue también lo que consiguieron los demás, eso sí, hay que dedicarle muchas horas, mucho trabajo, y sobre todo ser muy constante en todo momento.
-.¿Ocupa el guitarrista su verdadero sitio en el flamenco?
–Yo creo que hoy día en la actualidad sí, es una pieza muy importante en el flamenco, yo desde luego, desde un principio siempre lo tuve claro, me considero un guitarrista para acompañamiento, no soy concertista, no me gusta tocar solo.
¿La parte buena y menos buena de esta profesión?
–La parte más buena es que te estas dedicando a lo que más te gusta, y quizás, la menos buenas son las horas que le dedicas, estar fuera de tu familia, los viajes…
-¿Países en los que has actuado?
–Pues que yo recuerde ahora estuve en Holanda, estuve en Argelia, en Portugal, también en Italia etc..., y también tocándole a la peña flamenca de Huelva.
Y ahora una nueva faceta, constructor de guitarras?
–Así es, me he enfrascado en esta nueva faceta, y como en todo lo hecho con anterioridad, estudiando mucho, yo nunca cogí un formón ni tenia idea de lo que era ser carpintero. Se utiliza los propios de la ebanistería, cuchillo, formón gubia etc...
¿Los primeros pasos?
–Todo surgió a raíz de mi amistas con el hoy socio, José Antonio Gómez, de Paterna del Campo, del que aprendí mucho, en cuya localidad cuenta con un taller. Por otro lado en la peña flamenca de Huelva estamos dando unos cursos de construcción de guitarras en grupos reducidos.
En el capítulo de ventas, ¿cómo se llega al público?
–A través de internet, de esta manera hemos crecido, nos piden guitarras desde el extranjero, también por aficionados conocidos, y por el boca a boca.
-¿Cuánto es el precio de una guitarra normal?
–Seiscientos cincuenta euros, le dedico de mes y medio a dos meses para tenerla a punto. Tiene su dedicación y trabajo, y esto es lo que se paga mayormente su trabajo.
--.¿Las partes que conforman una guitarra?
–La fundamental es la tapa, luego están el mástil, el aro y fondo, cuenta con seis cuerdas, diapasón, puente, clavijero etc. La guitarra cuenta con su variedad a la hora de construirla, hay modelos superiores que los fabrica José Antonio. Contamos con unos cursos de alumnos que se fabrican sus propias guitarras por el mismo precio y valor de la misma.
-¿Perteneces a la peña flamenca de Huelva?
–Efectivamente, en la actualidad soy el director de las academias, tanto de cante, toque y baile, mi señora, Rocío Lago, es la presidenta de la entidad, todo queda en familia. Ahora estamos publicando una revista que se reparte por toda Huelva, habla de la peña y de todo lo concerniente al flamenco. n