Un grupo de encapuchados ha asaltado la pasada madrugada una gasolinera en el término municipal de Cartaya. Concretamente se trata de uno de los establecimientos ubicados en la N-431 a su paso por el municipio, en una de cuyas paredes realizaron un butrón de grandes dimensiones, a través del que pudieron acceder al interior sin tener ni tan siquiera que agacharse.
Según fuentes de la investigación, han sido cuatro las personas que con los rostros tapados, abrieron el butrón, accediendo al interior de la gasolinera dos de ellos, y quedándose los otros dos en el camino que hay detrás del establecimiento para alertar sobre la llegada de la policía y para huir de forma más rápida en caso de necesidad.
Las mismas fuentes han precisado a VIVA que el aviso se dio a las tres de la madrugada tras saltar la alarma del establecimiento y ser alertada la encargada del mismo, que reside en Cartaya, la cual alertó inmediatamente a la Policía Local, que se personó rápidamente en la gasolinera y que al parecer por muy pocos minutos no pudieron sorprender a los ladrones en el establecimiento.
Según ha podido saber este periódico, la rápida intervención de los agentes de la Policía Local, ha motivado que el botín sustraído por los cacos haya sido escaso, aunque sí han causado en el establecimiento daños de consideración, sobre todo en algunos equipos informáticos, en una máquina expendedora de tabaco que fue forzada aunque finalmente no lograron abrirla, y en la pared del establecimiento que sufrió el butrón, según los albañiles que lo reparaban este mismo martes por la tarde, posiblemente realizado con grandes mazas.
Por otra parte y pese a que las cámaras de seguridad del establecimiento grabaron a los cacos, por el momento se desconoce su identidad ya que iban encapuchados, aunque sí se ha podido comprobar que al menos son cuatro.
Todo apunta a que se trata de una banda organizada ya que según también ha podido saber VIVA, el pasado viernes, igualmente de madrugada y con el mismo modus operandi de butrón de grandes dimensiones, fue asaltada por cuatro encapuchados la gasolinera de El Rompido que se encuentra en la carretera que conecta Cartaya con este enclave turístico. En esta ocasión sí lograron abrir la máquina de tabaco, cuyo contenido lograron llevarse, interviniendo la Guardia Civil una vez alertada del suceso.
VERDADERA OLEADA DE ROBOS
Todo apunta a que los cacos han encontrado un buen campo abonado en el término municipal de Cartaya para sus fechorías. Y es que en las últimas semanas los vecinos de sus tres núcleos urbanos (Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil) están viviendo una auténtica oleada de robos, sobre todo en establecimientos hosteleros y bares. Tal es así que precisamente en El Rompido, según ha relatado a VIVA un empresario hostelero que prefiere no revelar su identidad por temor a posibles represalias, especialmente virulenta fue la madrugada del miércoles al jueves de la pasada semana, en la que los cacos se cebaron en tres restaurantes del núcleo turístico cartayero. En su caso concreto, apunta, “pese a contar con puerta blindada mi establecimiento, lograron abrirla sin problema y entrar porque se trata de gente que viene muy preparada”.
Este empresario de El Rompido asegura que las pérdidas derivadas del asalto de su restaurante ascienden a 11.000 euros, entre los daños materiales y lo sustraído, sobre todo material electrónico e informático, móviles, el dinero de cambio que dejó en la caja la noche anterior, y otros productos entre los que destacan bebidas, quesos y jamones.
Precisamente en El Rompido, la pasada madrugada una pizzería fue objeto de un intento de robo, aunque al parecer en esta ocasión no lograron acceder a su interior.
Dicho empresario hostelero lamenta la “falta absoluta de seguridad” que se vive en El Rompido y apunta que incluso cuando fue a interponer la denuncia, “hasta los agentes de la Guardia Civil se quejaban por sentirse impotentes para hacer frente a los robos”, ya que según afirma este mismo empresario, “el puesto de El Rompido sólo cuenta con un coche patrulla para atender las necesidades de El Rompido, Nuevo Portil y El Portil”.
El núcleo principal de Cartaya tampoco está libre de esta oleada de robos y sólo por poner un ejemplo, este periódico ha podido saber que hace un par de semanas, con apenas tres días de diferencia, un conocido bar de tapas de la barriada de El Almendral fue objeto de dos robos de madrugada.
Fuentes cercanas a la Policía Local de Cartaya han reconocido este incremento de actos delictivos en el municipio, a los que suman la sustracción de numerosos vehículos en los últimos meses, atribuyendo buena parte del problema a la falta de medios por la que llevan ya protestando desde hace meses, y que el Ayuntamiento no ha satisfecho por el momento. Hace varias semanas, el sindicato CSIF, que representa al colectivo de la Policía Local de Cartaya, tachó de “burla” que ante las reivindicaciones de los agentes, el tripartito que gobierna en Cartaya, una coalición entre independientes, Partido Popular y Partido Andalucista, que encabeza el independiente Juan Polo, les comprase un rollo de cuerda, un martillo, unos alicates, unas tenazas y una segueta para mantener la seguridad en el municipio. Entre otras muchas cuestiones, los agentes se quejan de que sólo disponen de un coche patrulla para todo el término municipal (Cartaya, El Rompido y Nuevo Portil).