Un joven escritor que, apasionado por la lectura desde niño, se ve atormentado en su última etapa por la muerte de su esposa, Evangeline. Razón de peso por la que esquiva los consejos de familiares y amigos y busca un refugio fácil y cómodo en la bebida. Sin embargo, parece que los planetas se alinean en su favor y su amargura se ve impregnada de cierto interés cuando, procedente de Zaragoza, llega un extraño manuscrito a la editorial parisina en la que trabaja escribiendo relatos. Dicho y hecho. Su redactor jefe, en un significativo gesto de generosidad para que el joven aparte la botella de su vida, lo envía a esa ciudad a investigar si lo relatado en el borrador se corresponde con la realidad, o si por el contrario es pura fantasía del autor.
Christopher Maestre, que así se llama el protagonista, se ve envuelto a partir de entonces en una tremenda aventura originada por la codicia que rodea a la alta sociedad zaragozana y, absorbido por una vorágine de sucesos confusos y escandalosos en extremo, se adentra en terrenos donde el hombre pierde la condición de ser humano.
Así podría resumirse el relato de la última novela del escritor onubense Manuel Jesús Soriano Pinzón, la cual bajo el sugerente nombre de ‘El hada de azúcar’, sale este miércoles, 15 de abril, al mercado en toda España. Se trata de una historia escrita conjuntamente por el onubense Soriano y la escritora zaragozana afincada en la capital francesa Silvia Ibáñez Cambra, y editada por la Editorial Abecedario.
Una historia inspirada, según ha indicado el propio autor, entre las ciudades de Zaragoza, París, y Huelva, de la que Soria tiene previsto firmar ejemplares este viernes, 17 de abril, en la Plaza de las Monjas de la capital onubense a partir de las 19.00 horas en el marco de la Feria del Libro de Huelva 2015.
En su reseña, el escritor Manuel Fernando Estévez Goytre (Premio Onuba 2011), afirma que ‘El hada de azúcar’ “aborda con la exquisitez y elegancia que ya caracterizan a Silvia y a Manuel Jesús los avatares de la vida de Christopher Maestre”. Según éste mismo, la trama posee “toda la fuerza que la novela necesita y que los autores solventan con una pulcritud y un estilo dignos de encomio en cada capítulo”. Sobre los personajes asegura que están “estudiados con detalle y cada uno ocupa el lugar que le corresponde en cada momento”. En definitiva, concluye, las páginas de esta novela “rebosan una vida y un movimiento feroces, que difícilmente se encuentran en otros autores de nuestra época, y deslizarse por ellas conlleva una lectura continuada y atropellada debido a la agilidad de su estilo, la construcción de sus frases y, sobre todo, su argumento, que enriquece cada página con constantes idas y venidas”. Por todo ello, “puedo decir que ‘El hada de azúcar’ es una gran obra para leer una y otra vez, llena de unos matices tan especiales y enriquecedores que, lejos de pasarlos por alto, sitúan al lector directamente en los escenarios creados por los autores, sin duda grandes escritores de nuestros días”.
Manuel Jesús Soriano Pinzón nació en Ceuta (1970), aunque vive en Huelva, provincia de la que se siente natural, desde los dos años de edad. No es ésta su primera novela ya que la han precedido ‘14 de abril’, ‘Ojos de gata’, ‘La dama culta’ y ‘La casa del Conquero’, todas en solitario, además de ‘6+5=#amor’ y ‘Princesa de mi cuento’, escritas junto al cantante también onubense Sergio Contreras.
En todas Soriano ha dejado huella en el corazón de los lectores, sobre todo de los más jóvenes, confirmándolo como un autor de referencia y dando pie a un club de fans compuesto por más de 50.000 personas, traspasando fronteras en países como México, Perú, Argentina, Venezuela, Chile, Bélgica, Alemania, EEUU, Francia, Italia, Austria o Reino Unido. Su perfil y foro de la red social facebook es, según el propio Soriano, “un lugar de encuentro habitual para sus lectores”.
Por su parte, Silvia Ibáñez Cambra (Zaragoza, 1986) es una joven escritora que domina la narrativa con una soltura digna de admiración, hace y deshace, crea y destruye historias, personajes y escenarios con una maestría ante la que no queda más remedio que caer rendido. Amante de Charles Dickens, Charlotte Brontë y Víctor Hugo. Como anécdota habría que citar que en sus años de estudiante no era, ni mucho menos, amante de la literatura, hasta que en el instituto se ve en la tesitura de leer ‘El príncipe de la niebla’ (Carlos Ruiz Zafón), una novela juvenil que la hace reflexionar e introducirse en el mundo de la lectura y, sobre todo y más importante, en el de la producción literaria. Con algunas obras aún inéditas, se inicia oficialmente en las letras con la primera parte de una trilogía: ‘El cementerio de los reflejos’ (Grupo Ajec, 2010). A esta primera gran obra le sigue ‘El cementerio de la miseria.