El físico de partículas y experto en meteorología, Antonio Delgado, nos hace una breve reflexión de por qué no debemos hacer caso a los pronósticos de las cabañuelas
Intentar predecir el tiempo a varios meses vista observando el estado de las nubes en Agosto es como intentar predecir el número de la lotería mirando los bombos antes del sorteo o como pretender curar un enfermo tocándole la frente. En los raros casos en que se acierte será por pura casualidad. La ciencia meteorológica ha evolucionado muchísimo, hay modelos de predicción muy complejos que son capaces de dar una aproximación a 240 h (10 días), radares con una resolución cada vez mayor e internet hace que sea cada vez más fácil acceder a infinidad de páginas sobre el tiempo, pero es imposible hacer una predicción medianamente fiable a más de una semana vista en primavera. Darle publicadad a las famosas cabañuelas lo único que hace es confundir al personal. Desde estas lineas quiero llamar a la calma a todos los cofrades, preocuparse por el tiempo a más de dos semanas vista de la Semana Santa son ganas de estresarse sin razón de ser. Cuando llegue la cuaresma ya empezaremos a hablar de meteorológica de cara viacrucis, conciertos, ensayos y finalmente nuestra Semana Mayor. Hasta entonces, ¿cabañuelas? No, gracias.