Flamenco, bonsai o shiatsu son algunas de las propuestas del hotel nipón de Torremolinos
El primer hotel de estilo nipón de España, situado en Torremolinos, ofrece a sus clientes escapadas para conocer la cocina y la cultura oriental, además de organizar cursos de flamenco, bonsai o shiatsu. El hotel La Luna Blanca está regentado por dos japonesas afincadas en Málaga que en 2004 decidieron abrir este establecimiento de diez habitaciones, entre las que se encuentra una suite en la que podrá sentarse en un tatami o alfombra japonesa, probar el furo o baño japonés, el yukata o vestido japonés de verano, y el kimono; además de dormir en un futón. De este modo, el mayor número de clientes, concretamente alrededor de un 60 por ciento, son japoneses que viven en Europa y que "se escapan" un fin de semana o durante periodos de tiempos en los que "se sienten como en casa y además disfrutan del sol", según manifestó a Europa Press la directora del hotel, Chizuko Suzuki. Un 25 por ciento de huéspedes procede de España, atraídos no sólo por la decoración oriental de algunas de las estancias, sino por las comidas que preparan como sushi o sashimi en el restaurante japonés. Asimimosmo, estas empresarias organizan también durante todo el año, a excepción de verano, cursos de cocina japonesa con ceremonia del té, caligrafía, entre otros, para atraer a clientes interesados en esta cultura. Según Suzuki, a sus clientes japoneses les atrae la cocina de platos típicamente españoles como paella o huevos fritos, aunque cocinados por japoneses, "y que están muy buenos". Una de las responsables del establecimiento señaló que en estos momentos no tienen pensado expandir su modelo a otras zonas de Andalucía o España por asuntos económicos, y agregó que la crisis económica actual está mermando las reservas en este año, con un 20 por ciento menos, "aunque similares a las de 2007". Lo que sí está perjudicando al negocio es, Según Suzuki, el virus de la gripe A, que ha provocado la cancelación de un grupo de diez trabajadores de una empresa nipona que iba a acudir a un campeonato de golf. Todo ello a pesar de asegurarles que en España "no hay ningún peligro".