Abengoa continúa ajustando sus costes de personal y adaptando su estructura a la realidad de su negocio, que se ha derrumbado tras la renuncia a contratos, venta de proyectos y pérdida de obras ya contratadas por falta de liquidez para afrontarlos. Tras el ERE y Erte aprobado en junio en su filial estrella, la ingeniería eléctrica Inabensa, ahora
les toca el turno a las filiales de ingeniería industrial Abengoa EPC y Abengoa Business Development (ABD), según ha anunciado el director de Recursos Humanos, Álvaro Polo, a la plantilla de ambas firmas.
A falta de detalles que se conocerán la semana que viene, las fuentes internas consultadas estiman que la mitad de la plantilla de ambas sociedades -250 de los 480 empleados de EPC, y 150 de los 300 trabajadores de ABD, 400 en total- se vería afectada por la medida.
La duración de este expediente temporal sería de un año, según la información preliminar facilitada por la empresa. En el caso de Inabensa, se ha aprobado por un plazo de ocho meses desde mitad de junio para 220 personas, tras una negociación en la que bailaron el número de afectados y el plazo de aplicación. En Inabensa también ha habido 72 despidos mediante un ERE.
Todos los empleados afectados por los dos nuevos Ertes están en la sede central de Palmas Altas, que acoge a ambas filiales. Las fuentes internas consultadas aseguran que la próxima semana se podrían presentar más expedientes temporales de empleo en más filiales relevantes con sede en Palmas Altas. Otras filiales importantes son Abengoa Energía y Medio Ambiente (Abeima), con 600 empleados; Abengoa Research, con casi 200; y Abengoa Engineering, con alrededor de 150.