Una vez más la provincia de Jaén es la cenicienta de Andalucía, en este caso, en la aplicación de la nueva Política Agraria Común (PAC). Según los datos que la consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz, ofreció ayer en el Consejo de Gobierno, Jaén pierde con la aplicación de la PAC hasta 2020 en ayudas directas 272,1 millones de euros. La cifra está cercana a la suma de las pérdidas del resto de provincias andaluzas, que es de 325 millones entre todas. Tras Jaén, la siguiente que menos ayudas directas recibirá es Córdoba, con 103’7.
Según el informe de la Junta, Jaén y Córdoba presentan una elevada proporción de pequeños agricultores (que reciben menos de 5.000 euros), además de una fuerte implantación de sectores que han sido excluidos de las ayudas asociadas, como el olivar en pendiente. El resto de provincias andaluzas son Granada, con una pérdida de 97 millones para el nuevo periodo; Málaga, con 48 millones; Sevilla (45,8); Almería (13,7); Cádiz (13,4), y Huelva (11).
Pérdidas reales
Más allá del análisis solo de las ayudas directas, en total Andalucía perderá 891,1 millones de euros con la PAC hasta 2020 respecto al anterior periodo 2007-2013. De acuerdo con las cuentas realizadas por la Consejería de Agricultura, y una vez cerrado el primer ejercicio de aplicación del nuevo marco, la pérdida anual asciende a 94,6 millones en ayudas directas, con un total previsto de 605,1 millones para 2014-2020.
A esta cantidad se suman los 286 millones en fondos de desarrollo rural que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente recortó a Andalucía, única de las 17 comunidades autónomas a la que se le redujo este presupuesto (211 millones de fondos europeos y 75 de la cofinanciación estatal).
En el caso de las ayudas directas, los agricultores y ganaderos andaluces sufrirán un recorte que el Ejecutivo central siempre negó, pese a las advertencias de la Junta. El ex ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, calificó en su momento de “disparatadas” las estimaciones iniciales de la Administración autonómica y llegó a garantizar que el sector agrario andaluz perdería como mucho el 0,67% en ayudas directas (60 millones de euros), cuando la realidad es que va a perder un 6,16% (605,1 millones).
La rebaja en el capítulo de pagos directos se debe a dos medidas del Gobierno de España, que no venían impuestas por Bruselas. La primera de ellas consiste en aplicar un recorte del 8,64% en todos los derechos de pago único, lineal en lugar de progresivo, como defendía la Junta. Esto representa una pérdida total de 37,4 millones anuales, lo que suma 261,9 para todo el periodo 2014-2020. También supone el mismo porcentaje de recorte para todos, en lugar de reducir más a los que más cobran y exonerar a los que menos. La rebaja afecta además, por primera vez en la historia de la PAC, a los beneficiarios de menos de 5.000 euros, que en el caso de Andalucía suman más del 80% del total, unos 208.000 agricultores. Para ellos, la disminución se cifra en un 16% respecto a los importes recibidos durante el anterior marco de apoyo.