Abengoa: la banca retrasa otro mes la inyección de 1.200 millones

Publicado: 16/01/2017
En el nuevo organigrama, un directivo implicado en el Caso Marismas que investiga el desvío de 40 millones de fondos europeos asume un puesto clave
Los bancos, capitaneados por Santander, y el grupo de fondos de inversión que pactaron a final del pasado año salvar a Abengoa de la quiebra comprometiéndose a apoyar a la empresa con 1.200 millones de euros siguen sin tenerlo claro del todo. Con ese dinero, se harán con el 95% del capital de la empresa, pero hasta que no lo desembolsen no serán los dueños efectivos pese a que Santander ha colocado al nuevo presidente, Gonzalo Urquijo.

Por eso, ni desembolsaron esos fondos (parte refinanciación de préstamos y otra parte dinero nuevo, unos 700 millones) en diciembre, ni lo van a hacer en enero. Para desesperación de los empleados que siguen en la empresa y ven cómo la liquidez se esfuma. Van a apurar hasta final de febrero, fecha tope recogida en el plan de viabilidad que acompaña al financiero.

El último motivo importante que explica este retraso es la declaración imprevista en diciembre de concurso de acreedores de su filial mexicana. Esta subsidiaria es clave en el acuerdo de reestructuración y viabilidad pues una gran central de gas que la empresa construye en el país americano es la garantía de parte del dinero nuevo que se prevé que llegue a la empresa.

Pero además la parálisis comercial total que vive la empresa, unida a ese retraso en la llegada del rescate financiero, ha llevado a la empresa a revisar las estimaciones del plan de viabilidad al quedar obsoletas. De hecho, el retraso en la llegada de los nuevos créditos de los fondos y los avales de los bancos alimentan esa congelación del negocio ya que sin avales no se pueden lograr proyectos.

Teniendo en cuenta que un nuevo contrato empieza a generar ingresos en unos 7 u 8 meses, se empieza a dar el año 2017 casi por perdido. Mientras, los pagos a proveedores han vuelto a crecer hasta los 3.000 millones.

Deuda

A final de diciembre se conoció además un nuevo organigrama  detallado en el que sobresale, según distintas fuentes internas, el nombramiento de Guillermo Bravo Mancheño, exdirectivo de la antigua filial Befesa, como director de relaciones estratégicas. Este es un puesto clave en el desarrollo de negocio y recae en una persona implicada directamente en el Caso Marismas, que investiga el desvío de 40 millones en fondos europeos en una obra para modernizar regadíos en Sevilla.

Además, como controller financiero se ha situado a José Carlos Giráldez, exdirector financiero de Abeinsa, la gran filial de ingeniería donde la crisis de Abengoa ha destapado pérdidas ocultas de miles de millones de euros.

El contrato de Sánchez, oculto

Abengoa ocultó a la Bolsa y los inversores que contrató a Manuel Sánchez Ortega sólo doce días después de que el consejo de administración de la empresa aceptara su renuncia como consejero delegado. El que fuera jefe de Abengoa cinco años dimitió el 18 de mayo de 2015 y firmó un nuevo contrato de un millón de euros en pago a las responsabilidades que mantenía pese a dejar de ser consejero delegado: vicepresidente no ejecutivo, asesor personal del consejo y miembro del consejo asesor internacional (hoy disuelto). Así se recoge en el auto de procesamiento de Sánchez, el expresidente Benjumea y otros directivos conocido el viernes pasado.
Al seguir vinculado a la compañía hasta el 27 de julio, cuando dimitió definitivamente, la juez Lamela cree que no debió cobrar los 4,48 millones de indemnización.

© Copyright 2024 Andalucía Información