“Cuando vamos a África o a países de América Latina, vemos que hay una fuerte desigualdad, consecuencia a su vez de unos presupuestos públicos débiles, ya que muchas empresas operan a través de paraísos fiscales, lo que provoca que se vayan del país muchos millones de euros”. La experiencia la compartía esta semana en Jerez el director general de Oxfam Intermón en España, Chema Vera, después de mantener un encuentro con la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, a la que instó a que el Ayuntamiento jerezano no contrate con empresas que actúen bajo ese modus operandi.
La ONG sostiene en su propuesta que los paraísos fiscales constituyen un importante obstáculo para luchar contra la desigualdad entre las personas ricas y las extremadamente pobres, por lo que plantean que los poderes públicos incentiven y premien a las empresas que no llevan a cabo estas prácticas en el acceso a la contratación de cualquier tipo con los organismos públicos.
En definitiva, lo que la ONG plantea es una forma de luchar desde el ámbito de lo local por un “futuro sin pobreza” y sin desigualdades. Vera reconoció que en Jerez “hemos encontrado buena disposición para avanzar”, pero también que muchos ayuntamientos a los que trasladan su petición se muestran recelosos por las garantías legales que puedan amparar esta decisión. “Nosotros trabajamos con técnicos para que las decisiones que se adoopten cuenten con cobertura jurídica, pero lo más importante es trasladar el mensaje en contra de la evasión fiscal, por sus consecuencias hacia los demás; y esperamos lograr la suficiente fuerza para que se conciencie contra este tipo de empresas”.
Vera también expuso las iniciativas que están desarrollando en diferentes lugares del mundo en favor del “comercio justo”, y de las que se están beneficiando muchas mujeres productoras, pero precisan de más apoyos, ya que los conflictos bélicos y el cambio climático están empujando a muchas personas a abandonar su tierra y la posibilidad de seguir adelante con sus proyectos de vida.
El director general de Oxfam apuntó que en España el consumo de productos de comercio justo está por debajo de la de otros países europeos, pero destacó que ya está creciendo a un 8% anual y que las grandes superficies están apostando ya por ellos, lo que deberá redundar en los productores de origen.