El pasado fin de semana, se celebró como cada año el Coatswatch, un estudio por el que voluntarios ecologistas evalúan el estado del litoral. Según el protocolo de inspección Coastwatch, la Red Coastwatch Europe (CWE) reúne anualmente los datos sobre el estado medioambiental de las costas europeas facilitadas por los diversos países participantes. En Andalucía dicha informacion se obtiene mediante la colaboracion de grupos escolares, voluntarios ambientales y asociaciones ciudadanas en general, las cuales inspeccionan tramos de costa tomando datos sobre diversos aspectos y parámetros indicadores de su situación medioambiental. Además de la obtención de una importante base de datos, es objetivo fundamental la sensibilización de la población en general acerca de temas medioambientales marinos, asi como promover la realizacion de actividades paralelas de educación ambiental. El trabajo de litoral en la inspección se desarrolla siempre como actividad en grupo. Como norma general, la línea de costa se divide en tramos de cinco km. de longitud realizando dicha distribucion sobre un mapa a escala o carta naútica. Cada tramo se divide en sectores de 500 metros denominados unidades de inspección. El día 18 de octubre diversas asociaciones granadinas se ofrecieron a realizar esta actividad e hicieron los tramos que previamente habían escogido. La red de voluntarios del litoral del grupo Alboran hizo el tramo correspondiente a Playa Granada, la popularmente conocida como La Cagadilla y la Charca de Salobreña. El turno de los escolares Los colegios, por su parte, lo harán el mes entrante. Ecologistas del Grupo Alborán, consideran “muy importante la acción de este proyecto como educación ambiental, puesto es muy positivo que los colegios comprueben los problemas de la costa, porque es la única forma de intentar cambiar conceptos y actitudes”. Sin embargo, estos mismos voluntarios, se quejan que cada año existe menos repercusión a nivel informativo y un “desinterés en la población en general, así como falta de compromiso”. Sí es cierto que hay cierta curiosidad. “La gente te ve, pregunta, le explicas, y dicen que está muy bien, pero nadie se compromete a prestar su tiempo en estas actividades, parece ser que las acciones de voluntariado en general, incluido el más extendido como el social, tiene el mismo problema de falta de elementos”. Si bien es cierto que de estas apreciaciones “se salva Cruz roja, Proteccion Civil y algunas asociaciones municipales, pero hay que tener en cuenta que muchas de estas acciones de voluntariado”. También destacan los voluntarios que en su caso no perciben absolutamente ninguna cantidad económica, sino que más bien “nos suele costar el dinero”. Lo único que les respalda es un seguro (que los miembros de los grupos ecologistas tienen) y reciben camisetas, chalecos “con cuentagotas”), materiales para las actividades y algo de formación. La conclusión a la que llegan es que como casi siempre el esfuerzo recae en las mismas personas, se están desanimando de ver que se trata de mucha responsabilidad sin recibir prácticamente ningún apoyo. Este año, como los anteriores, los voluntarios han encontrado restos de anzuelos de pescadores de caña, de comida de los ‘domingueros’, deposiciones, cadáveres de animales, pruebas de la falta de civismo. Lo verdaderamente preocupante es que ya es normal que se encuentren cada año todo esto en el Coastwatch.