El seguimiento del paro fue, con todo, desigual. Mientras que los transportes, los organismos públicos y los centros educativos y sanitarios estatales quedaron paralizados por la convocatoria, el sector privado mantuvo una cierta normalidad.
Unas 50.000 personas, según los sindicatos, (15.000 según la Policía) recorrieron las calles de Atenas convocados por tres grandes formaciones. Una cifra moderada si se considera que esos colectivos suman unos 500.000 afiliados.