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Jueves 14/11/2024
 
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Punta Umbría

Tras una esquina de Úbeda se esconde una antigua sinagoga judía

Tras una esquina de la ciudad Patrimonio de la Humanidad de Úbeda (Jaén) se esconde un espacio calificado por los visitantes de ?mágico? y que si los estudios lo confirman podría tratarse de una sinagoga judía del siglo X-XI única en Europa, porque reúne tanto el templo como el 'micvé'.

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  • Vista del espacio que podría ser una sinagoga judía del siglo X-XI, en una casa del centro de Úbeda (Jaén). -
Tras una esquina de la ciudad Patrimonio de la Humanidad de Úbeda (Jaén) se esconde un espacio calificado por los visitantes de “mágico” y que si los estudios lo confirman podría tratarse de una sinagoga judía del siglo X-XI única en Europa, porque reúne tanto el templo como el micvé (baño ritual judío).

Según ha explicado a Efe Andrea Pezzini, uno de los gerentes de la empresa de servicios turísticos Artificis, todo comenzó cuando un promotor, Fernando Crespo, compró tres casas en el centro de la ciudad para realizar apartamentos turísticos, garajes y locales comerciales.

Al comenzar las obras empezaron a aparecer una serie de elementos que obligaron a modificar los planteamientos, ya que se decidió sacar a la luz y poner en valor lo que iban encontrando “siempre con todos los permisos de obras y la supervisión del arqueólogo municipal”.

El lugar, llamado “la Sinagoga del Agua” y ahora Centro de Interpretación de las Tres Culturas, está compuesto por siete salas comunicadas entre sí, y el recorrido de su visita comienza en el despacho del inquisidor, una zona que se ha ambientado como tal, ya que se cree que la casa contigua fue la vivienda del mismo.

Después hay una sala con una serie de pozos que reflejan las tres culturas (hispano-árabe, musulmana y judía), y en uno de ellos hay un brocal con la mano de Fátima, además de un arco e incluso un capitel palatino.

A través de una puerta se entra en la sinagoga, arriba se encuentra la galería de mujeres, que estaba “toda embutida en ladrillos”, y después varios pozos con “agua cristalina y profundísima”, además de un techo de madera con artesonados de ornamentos florales y geométricos.

Por otra puerta se accede a un patio de luces que podría haber sido otro acceso exterior a la sinagoga por un callejón cegado en el pasado.

Debajo de la sinagoga se encuentra el baño de purificación, una zona que era una especie de bodega con escombros hasta el techo y en la que cuando comenzaron a retirar la tierra manaba agua de forma natural.

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