De esta forma camareros, cocineros, encargados y propietarios de chiringuitos adquieren nociones básicas para la aplicación de las normas medioambientales y de atención al ciudadano, una formación necesaria dado el elevado número de usuarios que frecuentan las playas y toman contacto con la actividad hostelera que se desarrolla en la franja litoral durante toda la temporada de verano.
Así, el personal que trabaja en unos15 chiringuitos, ya ha participado en la sesión de formación que imparte la empresa municipal chiclanera, mientras que el resto, hasta completar los 22 establecimientos existentes en la costa, la recibirá en los próximos días.
Las sesiones se desarrollan in situ en cada uno de los establecimientos, destacando todos los aspectos que redundan en la excelencia en el servicio y en evitar cualquier repercusión en el medio ambiente de las actividades que forman parte del trabajo diario de su personal.
En pleno mes de julio, las playas se hallan -a pesar del viento y las leves precipitaciones- con una alta capacidad. Es por ello que los estos establecimientos deben reunir las mejores condiciones.