El condado de esta ciudad aprobó esta semana de forma preliminar una nueva ordenanza que exigirá que los vendedores exhiban la calificación que reciban por parte de Sanidad en cuanto a la higiene de las unidades móviles y la calidad de los alimentos que sirven.
La junta de supervisores del condado debe votar de nuevo sobre la ordenanza la próxima semana, y de ser ratificada, entrará en efecto 30 días después.
“A mí me parece muy bien”, dijo a Efe Luis Berrios, un salvadoreño con más de 15 años en este negocio. Berrios es el propietario de una de las múltiples camionetas que sirven comida en la calle Wilshire, una de las vías principales de Los Ángeles.