El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) informó este lunes de la sustracción de este equipo, que según ha detallado “no entraña riesgos radiológicos mientras se mantenga íntegro y cerrado”.
Se trata de una caja de 12 por 12 y por 15 centímetros perfectamente señalada como material radiactivo que contiene cesio-137 y californio-252.
El gerente de la empresa, José María Rodríguez, explicó a Efe que “no existe ningún riesgo” en caso de manipulación de las cajas, ya que contienen una cantidad “muy pequeña” de fuentes radiactivas, que además están bien protegidas.
“Se puede trabajar con ellas con las manos, no existe ningún riesgo”, afirmó el gerente, que incidió en que se trata únicamente de “fuentes de chequeo”.