Tan sólo un accidente de tráfico en las inmediaciones de la Refinería y una pequeña reyerta sin heridos en el casco de San Roque alteraron la tranquilidad de las celebraciones.
Las fiestas, bien en domicilios particulares o en los tres locales autorizados, se desarrollaron con normalidad.Instantes después de las campanadas, fueron muchos los petardos y cohetes que se lanzaron por todos los rincones.
El Consistorio había otorgado dos permisos para la celebración de grandes fiestas privadas de Nochevieja y una licencia a una cafetería para abrir en la noche del 31 de diciembre. Se habían presentado en la Gerencia Municipal de Urbanismo otras cuatro solicitudes, pero no fueron concedidas.