La ilusión era palpable en el ambiente y se apreciaba con solo mirar el rostro de los niños ‘de estreno’. Una jornada sin incidentes en la que los contenedores de basura no daban a basto para poder dar cabida a todos los envoltorios de los juguetes.Tras la ansiedad propia de la víspera del Día de Reyes, el Parque Feria se convirtió ayer en un hervidero de jóvenes y pequeños que probaban los nuevos juguetes recibidos.
De esta forma, las nuevas bicicletas, monopatines, motocicletas o patines se hicieron dueños del recinto durante todo el día. La ilusión era palpable en el ambiente y se apreciaba con solo mirar el rostro de los niños ‘de estreno’. Una jornada sin incidentes en la que los contenedores de basura no daban a basto para poder dar cabida a todos los envoltorios de los juguetes.