En este sentido, fuentes del caso han informado a Europa Press de que, en la declaración que prestó ante los agentes de la Policía Local justo después de producirse el atropello, el conductor del autobús dijo que, en el momento de los hechos, circulaba a "35 o 40 kilómetros por hora", cuando la máxima velocidad permitida en esa carretera, situada junto a un 'skate-park', es de 30 kilómetros por hora.
De igual modo, y según las fuentes consultadas, el conductor implicado reconoció ante los agentes que, en el momento del atropello, el velocímetro estaba estropeado, aunque calculó que circulaba "a 35 o 40 kilómetros por hora", y también aseguró que únicamente se percibió de la existencia del menor cuando tuvo lugar el atropello, por lo que no pudo frenar con anterioridad.
"Concurrencia de culpas"
Las mismas fuentes consultadas por Europa Press, que han subrayado que será el informe técnico el que determine las circunstancias del siniestro mortal, han aseverado que, "aunque en un primer momento se estimó que la causa del accidente fue la invasión súbita de la calzada por parte del peatón", con la declaración prestada por el conductor del autobús "se puede empezar a estimar que existe una concurrencia de culpas".
De otro lado, hay que recordar que la familia del menor, representada por el bufete Luis Romero y Asociados, presentó una denuncia ante los Juzgados y responsabilizó al gobierno local anterior de los hechos "por tener abandonada durante años a su suerte esa zona de la ciudad y poner en peligro la integridad física de los patinadores y, además, de los demás ciudadanos que por dicho lugar pasean, corren, circulan con bicicletas o acceden a los aparcamientos".
En este sentido, los letrados manifestaron que van a proceder "a reclamar las responsabilidades civiles, administrativas y penales derivadas del accidente".