El primer edil ha explicado a Europa Press que él mismo se personó en el lugar en cuestión en cuanto tuvo conocimiento del fallecimiento de este hombre. Tras conocer 'in situ' los detalles del acontecimiento, Juan Ávila ha explicado que R.J.L. y su hijo, ambos dedicados a los trabajos de alicatado, estaban visitando las viviendas en cuestión para elaborar un presupuesto, toda vez que no se trataba de un tajo laboral porque las viviendas no albergaban labores algunas.
El hijo del difunto salió al exterior de la construcción, según el relato del alcalde, y cuando regresó al interior para interesarse por su padre habría localizado el cuerpo en el hueco de una escalera "ya terminada" y de dos metros de altura. "La obra estaba cerrada y no había nadie trabajando", ha explicado el alcalde en cuanto a la naturaleza de esta muerte, pues quedaría aún por aclarar si el difunto cayó por la escalera o sufrió un "desvanecimiento".