El 12% de la población jienense está recibiendo algún tipo de ayuda de Cáritas Diocesana. Esta cifra se traduce en que un total de 80.000 personas, esto es, 28.000 familias jienenses han sido ayudados por Cáritas en el transcurso de 2011.
Así lo han puesto de manifiesto el obispo de la diócesis, Ramón del Hoyo; el vicario de Comunicación del Obispado, Antonio Garrido de la Torre; el delegado de Cáritas, Juan Raya, y el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, durante la presentación del documento 'Números con rostro', el balance económico de Cáritas Diocesana durante 2011.
Acciones como la entrega de bolsas de alimentos, ropa, gastos corrientes de viviendas, transportes y desplazamientos, programas para la inserción laboral, ayuda a la infancia, la juventud, a la mujer y a los mayores; a los sin techo con el Hogar del Convento de Santa Clara y a las personas con dependencia a las drogas supusieron una inversión el año pasado de más de 4,3 millones de euros, superando en 1,3 millones la cantidad económica invertida en 2010.
La situación para este 2012 “no será mejor”, como siempre repite el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro, que ciñéndose a los últimos datos, destacó que el año pasado aumentó un 46% la demanda de alimentos en Jaén. Se repartieron casi 1,3 millones de kilos de alimentos a 22.245 familias jienenses.
Un total de 7.963 personas acudieron a lo largo de 2011 al ropero de Cáritas para solicitar una de las 74.697 prendas de vestir que entregaron.
En cuanto al presupuesto, el 50,44% del presupuesto de Cáritas llegó de donativos de socios y de las colectas parroquiales, es to es, más de 2,1 millones de euros en 2011.
Por otro lado, para optimizar los recursos, la Diócesis está trabajando en la puesta en marcha del Fondo de Comunicación Cristiano de Bienes. Cada parroquia de la Diócesis de Jaén comunicará sus bienes, los donativos que recibe y las ayudas que presta. De esta forma se pretende ayudar a las Cáritas parroquiales que actualmente están saturadas por el creciente número de personas que acuden a sus servicios y que están afectadas por la crisis económica.
Finalmente, el obispo afirmó que es importante mantener el anonimato en las donaciones. De hecho, quienes dan un donativo “no quieren que aparezcan sus nombres”, al tiempo que ha apuntado que la Iglesia católica "no quiere hacer una lista de quiénes son los donantes", después de que el obispo de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, haya pedido a los sacerdotes de su diócesis la paga extraordinaria de verano para “los más pobres”.   
