Extraordinario regalo recibió la sala Luxury, aunque a los amantes de la música en Sevilla nos gustaría que continuase llamándose Malandar. Y es que semejante actuación no se ve todos los días.
El pasado 13 de diciembre el compositor, cantante y polifacético instrumentalista, Julián Maeso, conocido inicialmente por actuar y grabar con grupos como The Blackbirds, Speaklow, The Sunday Drivers o The Sweet Vandals y acompañar en giras a M-Clan o Quique González, presentaba en Sevilla su nuevo disco, su primer y esperado trabajo en solitario. Ritmos country, soul, blues, rock, jazz e incluso reggae se combinan en un disco doble de gran calidad recogiendo lo que bien podría considerarse un resumen de su gusto musical, los sonidos que han puesto banda sonora a su vida.
A Julián Maeso no le gustan las etiquetas, no le gusta cerrarse a ningún estilo, eso se aprecia.
Dreams are gone no es un título melancólico para un disco, es un canto a la realidad del momento, un aullido de alguien desengañado que abre los ojos un día y advierte que los tiempos buenos han pasado, y es que son malos momentos los que vivimos, muy difíciles para la música hecha a mano, hecha a fuego lento. Como dice Julián: “Quién no ha escuchado alguna vez a una persona mayor decir “todo esto antes era campo…”. Pues así está el mundo en general y la cultura en particular.
No hubo un sólo asistente que no quedara embriagado por la magia de aquel espectáculo. Comentarios de asombro y admiración recorrían la sala de punta a punta. “Esto es muy serio” comentaba alguien del público.
Las cosas bien hechas se notan, calidad y talento unidos, un trabajo maduro con el alma del que escribe y compone lo que siente. Momento de euforia entre el público sevillano el que se vivió cuando subieron al escenario el consagrado rockero llamado Pájaro, músico con el que Maeso ha colaborado en su disco Santa Leone, tanto en la grabación en el estudio como en la gira nacional, y director musical de ese mismo disco Raúl Fernández, guitarrista fetiche para Pájaro que también hace las veces de guitarra solista en bandas como Bikini Red o The Vagos. Estos dos grandes artistas llenaron de emoción la sala y dieron más lustre, si cabe, a la gran noche musical sevillana. Maeso dejó su impronta de gran músico ante un público no demasiado numeroso pero muy preparado.