A pesar de que la familia había expresado en un primer momento su deseo de no celebrar un funeral, sino sólo una bendición, finalmente fue oficiada una ceremonia religiosa a la que ni Giuseppe Englaro ni su mujer, Saturna Minuti, acudieron para evitar el asedio mediático que se habría producido.
Paluzza, pueblo de origen de la familia Englaro de cerca de 2.500 habitantes, ha sido ‘invadido’ estos días por los medios italianos, que esperaban poder contar con algunas declaraciones de Giuseppe Englaro.
La ceremonia y el entierro fueron totalmente privados y a ellos asistieron unas 200 personas entre familiares y amigos.
Los restos de Eluana Englaroreposan desde ayer en la tumba familiar del cementerio de San Daniele de Paluzza junto a sus abuelos paternos, como siempre deseó su padre durante la batalla legal que emprendió para ayudar a morir a su hija.