La Fiscalía de Málaga ha mantenido la acusación por los delitos de falsificación y apropiación indebida, por los que pide cuatro años y medio de prisión para un hombre, transportista de una empresa de bebidas, por, presuntamente, quedarse con mercancía valorada en más de 50.000 euros y falsificar determinados documentos. El juicio quedó visto para sentencia este pasado miércoles.
El fiscal sostenía que el acusado trabajaba, al enfermar su padre, como transportista para una empresa de bebidas de forma que recogía los pedidos en el almacén de la misma y los llevaba a los diferentes clientes, que debían firmar los albaranes de entrega correspondientes con su nombre, DNI y abonar su importe en metálico o con efectos mercantiles.
Según la acusación pública, el hombre retiró determinada mercancía, "sin que se haya conseguido averiguar su destino final" y para encubrir su actuación, confeccionó albaranes "imitando la firma de los que figuraban como destinatarios que ni habían realizado pedido alguno ni recibieron la mercancía ni firmaron ningún documento", según el ministerio público.
Fuentes judiciales han informado a Europa Press de que en la vista oral el procesado reconoció que utilizó albaranes de otros clientes, pero indicó que la mercancía no se la había quedado, sino que se la había entregado a otro cliente, argumentando que era una forma de venta. En esta causa, hay dos acusaciones particulares, una de ellas la empresa de bebidas, que también han mantenido la acusación.
En su escrito, el fiscal señala que se detectaron tres actuaciones por parte del acusado en el año 2009. En dos de ellas, retiró mercancías con supuesto destino a dos empresas de alimentación de Málaga y una tercera del municipio malagueño de Casabermeja, "imitando en el albarán la firma" de los responsables y causando un perjuicio total a la empresa de bebidas de 52.854 euros.
