El Sporting de Gijón ha solventado su partido diputado hoy contra el Córdoba con una goleada (3-0) en un encuentro intrascendente que no sirve a ninguno de los dos equipos para conseguir su meta de subir a Primera División.
El equipo local ha resuelto con tranquilidad la visita del Córdoba en un partido en el que la afición ha aprovechado para exteriorizar su malestar por la marcha del equipo en una temporada en la que los rojiblancos nunca han estado a la altura de las expectativas creadas.
A la plantilla rojiblanca no le ha cogido por sorpresa la bronca con la que los aficionados le ha recibido a la salida al terreno de juego, protesta que no fue mayor porque El Molinón ha registrado hoy la peor entrada de las últimas temporadas.
Sandoval ha vuelto a sorprender con la alineación ya que ha dejado en el banquillo a Nacho Cases y Trejo, que arrastraban molestias y entrenaron al margen del equipo buena parte de la semana, pero también ha hecho cambios en la delantera dando entrada a Guerrero por Santi Jara.
El Sporting ha efectuado el saque inicial y ha controlado el balón, moviéndolo de un lado a otro con el Córdoba replegado pero sin poder robar.
En una de esas combinaciones el balón ha llegado a Carmona que desde fuera de área ha realizado un disparado potente y el balón ha superado a un sorprendido Alberto García.
Apenas habían transcurrido 2 minutos y los locales se habían adelantaban en el marcador, con lo que las protestas se tornaron en los primeros aplausos cuando el partido entró en una pugna en el centro del campo.
Pugna que se prolongó durante bastantes minutos sin que ninguno de los dos equipos creara ocasiones de peligro pero en los que los cordobeses parecían controlar mejor la posesión del esférico.
Renella pudo lograr el empate pero su remate, sólo, salió fuera al igual que un lanzamiento de falta del rojiblanco Juan Muñiz cuando los locales ya habían vuelto a hacerse con el control del juego.
Un robo de Guerrero en el centro del campo no fue aprovechado por el Sporting a pesar de que él y Juan Muñiz tenían un dos contra dos contra los centrales andaluces.
Otro robo, esta vez de joven central Borja López ha supuesto el segundo gol cuando el defensa local, en posición de extremo, centró al borde el área pequeña y David Rodríguez remató a la red.
El portero cordobés rechazó el esférico que quedó a los pies de Guerrero que, muy atento, sólo tuvo que empujar el balón a la red.
El Sporting estaba siendo mejor pero el 2-0 parecía excesivo premio para el juego desplegado sobre el terreno de juego aunque daba mérito a la oportunidad de los delanteros que supieron aprovechar las ocasiones creadas.
Nada más comenzar la segunda parte, Guerrero pudo dejar sentenciado el partido pero no supo aprovechar un gran pase de Carmona al estrellar el balón sobre el cuerpo del portero cordobés cuando se encontraba en inmejorable posición para batirle.
Juan Muñiz lo intentó dos veces seguidas con mucho peligro, la primera el balón pegó en el lateral de la red y la segunda, tras tropezar en un defensa, se estrelló espectacularmente en el larguero en unos momentos en los que los dos equipos llegaban con relativa facilidad a las inmediaciones del área rival.
Mediada la segunda parte, el escaso público presente al verse con el marcador favorable decidió cambiar los cánticos de apoyo al equipo por las críticas al consejo de administración al que reiteradamente pidieron que se fuera.
Los minutos pasaban con tímidos intentos por ambas parte de poner en aprietos a los porteros contrarios momentos en los que el Córdoba apretó un poco más porque los rojiblancos optaron más por defender la renta adquirida que por tratar de incrementarla.
Pero lo que son las cosas, un pase de Guerrero entre los dos centrales habilitó a Santi Jara que tuvo que quitarse de en medio a su compañero David Rodríguez para poder marcar el tercero en un tiro cruzado.
Xisco estrelló un balón en el palo en un remate de cabeza cuando faltaba un minuto para el final en la ocasión más clara de los andaluces que ven como, al igual que el Sporting, se quedan sin objetivos para lo que queda de temporada.