El director general del San Fernando, Canito, acompañado por el vicepresidente, Cristóbal Marín, han anunciado a las doce y media de este mediodía lo que era un secreto a voces y es la destitución de Juanma Carrillo como técnico del equipo azulino tras la debacle de este domingo en La Hoya de Lorca, algo que "ha sido el detonante" definitivo para que la directiva haya tomado dicha decisión. En cuanto a los sustitutos, Canito ha afirmado que Masegosa es uno de los que está en la terna, pero el nombre que suena con más fuerza según ha podido conocer este medio es Ñoño Méndez, que ya se postuló incluso a principios del pasado verano cuando se buscaba al nuevo técnico.
De todas formas, Canito ha lanzado un mensaje a la plantilla señalando que "para nada Juanma es el único culpable, pero en esto del fútbol la cuerda se suele romper por el lago más fino. Aquí tenemos la culpa todos y los jugadores no están todo lo implicado que deben en este proyecto".
Juanma Carrillo
Sin embargo, el que no se ha mordido la lengua tras saber que había sido destituido ha sido Juanma Carrillo, quien aseguró que "me hubiese gustado despedirme tal y como me presente de la afición, es decir, en el estadio, pero no me han dejado".
El isleño se muestra "tranquilo" porque asegura que "las tres últimas semanas han sido muy duras. Lo he pasado muy mal, pero al menos me llevo cosas muy positivas que me van a servir para saber lo que no debo hacer en el futuro en mi carrera como entrenador. Ahora sólo pienso en descansar y en pensar en nuevos proyectos de cara al futuro".
Carrillo, quien asegura que se ha ido perdonando dinero, se ha sentido "arropado" en todo momento por la directiva "a la que no tengo nada que reprocharle, y respeto su decisión como siempre han respetado ellos las mías". El discurso sólo lo ha cambiado cuando le ha tocado hablar de los jugadores y ha sido contundente al afirmar que "quizás he venido al sitio equivocado en el momento equivocado. Parte de esta plantilla no quería que yo fuera entrenador del San Fernando, porque ellos tienen unos conceptos del fútbol distintos a los que yo tengo. Quizás creen que no tengo nivel para entrenar a este equipo. Ha habido momentos muy feos, pero yo puedo afirmar con certeza que me he ido a dormir todas las noches muy tranquilo", a lo que añade que "no ha habido química en ningún momento y desde la pretemporada percibí esa sensación tras el amistoso en Gerena -que se jugó el 27 de julio-".
A la pregunta de si le han hecho la cama, el técnico cañaílla afirma que "no quiero pensar que haya sido así, pero hay muchos condicionantes que me dan para pensar en eso".
El ya ex-entrenador azulino ha tenido palabras de cariño para el cuadro técnico, "personas muy válidas", para la gente de la directiva "por cómo trabajan día a día para que esto siga adelante" y a la afición "que espero que siga apoyando el equipo en esta situación tan delicada". También reconoce que se ha despedido de siete jugadores "que me han demostrado que son tíos de verdad y se parten el alma por este equipo" y que son David Valle, David Zamora, Gasca, Ocaña, Juanje, Jorge Herrero y Bessnier.
Una puerta "cerrada"
Carrillo ve muy complicado poder regresar en el futuro al equipo de su tierra. "Yo creo que la puerta del San Fernando para mi se ha cerrado porque ha quedado abierta una herida muy grande, pero eso no quita que yo quiera que gane siempre porque nunca dejará de ser mi equipo". El técnico ha dejado claro que su paso por el banquillo azulino le ha servido para ver que "en el fútbol hay muy poco corazón y quizás me obsesionado demasiado con este proyecto".
Sobre su relación con la afición del San Fernando, como ya se ha diho con anterioridad, entiende que con la inmensa mayoría ha sido bastante buena, "pero también he escuchado algunas cosas que han sido bastante feas, y más hacia una persona que es de aquí de La Isla".