El Rayo Vallecano, con un tanto de Alberto Bueno a los 28 minutos, sumó su primera victoria liguera en dos meses al imponerse en el derbi madrileño a un Getafe (0-1) que adoleció de pegada y solo en los últimos instantes creó cierto peligro para marcar.
Getafe y Rayo disputaron el derbi madrileño de las necesidades, puesto que el conjunto azulón llegaba a este choque necesitado de un triunfo después de cuatro derrotas seguidas, tres en Liga y una en Copa, mientras que los franjirrojos, en descenso, estaban obligados a ganar para no dejar pasar más ocasiones de salir de abajo.
El Getafe, quizá por su condición de local, salió con algo más de empuje que su rival y suya fue la primera ocasión del encuentro, a los tres minutos, con un disparo de Pablo Sarabia que se marchó desviado por el costado derecho de la meta defendida por Rubén Martínez.
Después de unos minutos de tanteo por parte de ambos equipos, el encuentro comenzó a desarrollarse en el centro del campo sin ocasiones claras y adquirió un ritmo cansino de juego que se rompió a los 17 minutos cuando Jonathan Viera se inventó un pase por alto que Alberto Bueno recogió con una chilena para lanzar un disparo que atrapó Miguel Ángel Moyá.
Al Rayo la variante táctica del centrocampista Saúl Ñiguez como central junto a Alejandro Gálvez le vino bien, puesto que mejoró las prestaciones defensivas del conjunto visitante y dotó a la zaga de una solidez que se había echado en falta en anteriores choques.
Sobre esa seguridad defensiva construyó hoy el Rayo su fútbol y sus ganas encontraron premio a los 28 minutos cuando, tras un balón rebotado que llegó a Gálvez, éste centró al corazón del área desde la izquierda y Bueno, libre de marca, solo tuvo que empujar el esférico a gol.
El Getafe, muy perdido sobre el césped, basó toda su capacidad ofensiva en las jugadas a balón parado lideradas por Pedro León y en una de ellas, a los 35 minutos, el central argentino Lisandro López a punto estuvo de lograr la igualada con un remate que Rubén sacó a bocajarro en línea de gol.
En la segunda mitad, y en busca de la remontada, el Getafe salió con algo más de mordiente que su rival y a los tres minutos de la reanudación un disparo lejano de Borja Fernández que se marchó fuera puso el susto en el cuerpo al Rayo.
Esa acción supuso un toque de atención para el conjunto visitante, que volvió a carburar en la medular con Trashorras y Baena en tareas organizativas, ante un Getafe en el que el rumano Ciprian Marica, demasiado solo en punta, apenas entraba en juego.
Con el fin de dar más dinamismo al equipo en línea de tres cuartos, el técnico local Luis García Plaza dio entrada sobre el césped a Diego Castro y Adrián Colunga, pero la acumulación de hombres en ataque no surtió el efecto deseado para el Getafe.
En los últimos minutos, el Rayo multiplicó sus acercamientos con peligro a la portería contraria y pudo ampliar su diferencia con disparos de Lass, Jonathan Viera y Adrián González, pero siempre se encontraron con Moyá.
El Getafe buscó el empate hasta el final y pudo lograrlo en el descuento con dos disparos de Gavilán y Colunga que sacaron en línea de gol dos defensas franjirrojos, pero el marcador no se movió más y el Rayo, por quinta vez consecutiva en Primera, se llevó el derbi madrileño.
