El Real Madrid consiguió un nuevo hito al vencer al Fuenlabrada casi sin despeinarse, por 96-81, y sumar su decimoquinta victoria en otras tantas jornadas, igualando el récord que él mismo poseía desde la temporada 87-88, siempre en la era ACB.
El Real Madrid tardó en meterse en el partido. El Fuenlabrada, por el contrario, salió dispuesto a jugar sus opciones desde el inicio, sabedor de que si su rival se centraba apenas podría hacer nada.
Con Andy Panko como punta de lanza, los vecinos del sur se adelantaron en el marcador, 2-5 (min.2) y mantuvieron el equilibrio en el luminoso hasta que en un nuevo arreón volvieron a adquirir su máxima ventaja a falta de minuto y medio para el final del primer cuarto, 19-22.
Antes, Pablo Laso dio entrada a Dani Díez para defender a Panko ya que se adecuaba más por sus características físicas. Claro que el Madrid no estaba, de momento, muy por la labor de defender.
Un parcial de 7-0 permitió a los locales cerrar el primer acto con ventaja, 26-22. El parcial se mantuvo abierto y llegó a crecer hasta el 12-0 en un minuto y medio más, 31-22, momento en el que el equipo de Laso volvió a echar el freno de mano.
La pequeña lesión de Felipe Reyes en el tobillo izquierdo, tampoco ayudo mucho a que el equipo se centrase y todo el segundo cuarto fue a trompicones, con rachas en las que el Madrid pareció iniciar el despegue definitivo y otras en las que su desapego al trabajo defensivo favoreció que un correoso y entusiasta Fuenlabrada volviera a acercarse en el marcador.
Al descanso, 51-42 y la sensación de que no todos los días se acude con el mismo ánimo a la oficina, sobre todo si el rival está alejado de los focos del 'glamour' y en las antípodas en cuanto a objetivos, presupuesto y plantilla.
Nikola Mirotic, prácticamente desaparecido ante el Galatasaray el pasado viernes, dejó claro que no se le ha olvidado jugar al baloncesto y dio algunas muestras de lo ilimitado de su repertorio al poste bajo y de la inmensidad de su calidad técnica.
El tercer cuarto fue demasiado para un Fuenlabrada en caída libre en cuanto a lo físico y a las ideas, frente a un Real Madrid que sin hacer nada en especial acabó de sentenciar la victoria con un parcial de 21-6 en los primeros siete minutos, 72-48.
Al final del tercer cuarto, 77-58 y todo decidido.
Dani Díez demostró que con minutos puede ayudar al equipo (4 de 8 triples y 14 puntos); Salah Mejri que sus ganas son todavía infinitamente mayores que su saber hacer; y Marcus Slaughter que es algo más que un pívot bajito y saltarín.
El Real Madrid, sin Rudy y con Reyes jugando apenas dos minutos, igualó el récord menor de el mejor arranque de la historia de la competición, que él mismo estableció en la temporada 87-88 con 15-0. En el total de la temporada, 29-0.