El fiscal coordinador de Medio Ambiente en Sevilla, Javier Rufino, ha dicho que espera que en la reapertura de la mina sevillana de Aznalcóllar "no primen las expectativas económicas o los puestos de trabajo sobre el valor ecológico de la zona".
En declaraciones a Efe, Rufino ha dicho que confía, como ciudadano, en que "el recuerdo de la catástrofe de Aznalcóllar y la enorme inversión de dinero público para reponer el medio natural sirvan para algo".
La rotura de la balsa de residuos de la mina, en 1998, causó un vertido tóxico de millones de metros cúbicos de metales pesados en el entorno del parque de Doñana, en una de las mayores catástrofes ecológicas de España.
Pero, según Rufino, "el principio de que quien contamina paga ha quedado mal parado en este asunto, pues seguimos esperando que la empresa Boliden cumpla lo que le han ordenado los tribunales".
Por ello, ha señalado que espera que en la reapertura de la Mina, anunciada por la Junta de Andalucía para 2015, "no primen las expectativas económicas o los puestos de trabajo sobre el enorme valor ecológico de la zona".