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Viernes 15/11/2024
 
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Torremolinos

Torremolinos, libro abierto

Torremolinos no es sólo turismo, fiesta, deportes, playa y sol. Es también arte, cultura, crisol de civilizaciones. En estas crónicas, Jesús Antonio San Martín, desarrolla lo más representativo del ayer y el hoy de Torremolinos.

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Torremolinos, corazón y alma del turismo, es también libro abierto al sol. El término "libro" y todo cuanto representa goza en Torremolinos de especial significación. Nada menos que el ocho por ciento del callejero municipal lo componen más de cuarenta rúas y plazas que llevan nombres de personajes destacados por sus dotes literarias, entre escritores, poetas y periodistas, algunos de los cuales sobresalieron también en otros campos. Entre estas vías públicas figura la dedicada al genio de las letras castellanas, Miguel de Cervantes, a quien merecidamente se le honra cada 23 de abril, fecha unánimemente proclamada como Día del Libro. Una popular plaza, la de la Nogalera, se convierte en el marco adecuado para la celebración de la Feria del Libro, que cada año tiene más aceptación en el municipio. Y no menos significativos son otros detalles que hacen de Torremolinos un auténtico libro abierto.
Torremolinos está inmortalizado, además de en el cine, en la literatura. No son pocos los libros y novelas cuyas tramas se desarrollan en Torremolinos o tienen el pueblo como protagonista de algunas escenas. Entre los títulos más destacados podemos citar:
"La isla", de Juan Goytisolo (1961); "Cristo en Torremolinos", del malagueño Jose María Souvirón Huelin (1963); "Desnudo pudor", del premio Nacional de Literatura Manuel Halcón (1964); "Solo de moto", de Daniel Sueiro (1967); "Tormenta en la Costa del Sol", de José Marzo (1970); "Torremolinos, Gran Hotel", de Angel Palomino (1971); "Hijos de Torremolinos", best seller de James A. Michener (1971), autor que tiene dedicada una calle en el municipio; "Au revoir Torremolinos", de Fernando González Doria (1971); "La costa de los fuegos tardíos", de Antonio Pereira (1973); "Eldorado", de Fernando Sánchez Dragó (1984); "El ángel de Torremolinos", del escritor galés Ian Michael (1988), que firmó esta obra bajo el pseudónimo de David Serafín; "Egrégor de Torremolinos", de Mauro Zorrilla (1999).
A las anteriores hemos de añadir diversas novelas de los géneros policíaco y de aventuras, ambientadas en parte en Torremolinos y escritas en su mayoría por autores extranjeros. Asimismo son destacables los relatos cortos escenificados en Torremolinos, despuntando entre ellos el titulado "Apartamentos Nogalera", pequeña pero interesante novela del autor hispano argentino Alfredo Taján, que refleja la historia de una dama judía que pasó largo tiempo en un campo de concentración nazi y que, al retirarse a vivir a España, concretamente a Torremolinos, reconoció en uno de sus vecinos de los apartamentos La Nogalera a su antiguo verdugo, refugiado en la Costa del Sol tras la Segunda Guerra Mundial.
Y hablando de relatos cortos, famoso a nivel mundial, particularmente en los países de habla hispana, es el Certamen Literario Ciudad de Torremolinos, uno de los más importantes de España por la cuantía de sus premios y por el elevado nivel de participación, convocado por el Club de Leones y patrocinado por el Ayuntamiento de Torremolinos. Son más de quinientos los autores participantes, siendo encomiable la ingente labor del jurador seleccionador, que cada año, debido a la alta calidad de los relatos presentados a concurso, ve más dificultosa la tarea de elegir las tres obras que han de ser premiadas.
Es precisamente en la Plaza de la Nogalera donde cada año tiene lugar la Feria del Libro. Largos stands con miles de títulos, que abarcan todas las materias conocidas, se exponen al público durante varios días. Lectores de todas las edades encuentran aquí, a precios muy asequibles, interesantes obras cuya lectura no solamente les deleitará, sino que también les será de utilidad práctica para el cotidiano vivir o la profesión. No pocos ciudadanos han podido iniciarse así en la formación de una pequeña biblioteca familiar. Cada vez son más los hogares que en Torremolinos pueden vanagloriarse de albergar una selecta biblioteca privada.
Además de las bibliotecas de los distintos centros de enseñanza, dos extensas bibliotecas públicas, con varios miles de afiliados y plenamente surtidas de las últimas novedades editoriales, hablan con elocuencia de la alta estima que se le tiene al libro en Torremolinos. Si bien es cierto que la mayor parte del tiempo son los estudiantes los que, en un sano y constante desafío por sacar adelante sus asignaturas, ocupan el espacio bibliotecario, no es menos cierto que son muchas, y cada día más, las personas que utilizan el servicio de lectura a domicilio, que en Torremolinos se considera de la máxima eficiencia.
Por último, son también dignas de valorar equitativamente las presentaciones de libros con que nos deleitan algunos autores, presentaciones que suelen tener como escenario el Centro Cultural Pablo Ruiz Picasso.
Sí, desde todos los ángulos, desde sus bibliotecas, sus centros culturales y sus propias calles y plazas, Torremolinos, sol de oro del turismo, es también en verdad un sol de libro, un esplendoroso libro abierto en el que aún quedan páginas gloriosas por escribir.

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