Las autoridades chinas aceleraron hoy su acción tras las explosiones del puerto de Tianjin (norte) el pasado día 12 que han causado hasta ahora 139 muertos al anunciar el arresto de doce personas y la presentación de cargos contra otras once.
Los acusados son funcionarios de distintos departamentos administrativos, así como ejecutivos del puerto de Tianjin, contra los que se han presentado cargos como abandono del deber o abuso de poder, según un comunicado de la Fiscalía Popular Suprema citado por la agencia oficial Xinhua.
Entre los funcionarios acusados figuran el responsable de la comisión municipal de transporte de Tianjin, Wu Dai, y el presidente de la autoridad del puerto de la ciudad, Zheng Qingyue.
Por otra parte, la policía anunció hoy la detención de doce sospechosos de la compañía Tianjin International Ruihai Logistics, dueña del almacén portuario donde estaban las sustancias químicas que supuestamente causaron las explosiones.
Enntre los detenidos destacan el presidente de la compañía, Yu Xuewei; el vicepresidente, Dong Shexuan, y tres directores generales adjuntos.
Según la policía, los detenidos son considerados sospechosos de almacenar ilegalmente productos químicos peligrosos, violando numerosas normas de seguridad.
Además, la investigación apunta a que varios funcionarios de rango intermedio del distrito portuario de Tianjin podrían haber recibido sobornos de esta y otras empresas para ignorar esas posibles violaciones de seguridad.
El último balance oficial de las explosiones, divulgado el miércoles, es de 139 muertos (84 bomberos, ocho policías y 47 civiles) y 34 desaparecidos.
De los más de 700 heridos en el accidente, 527 continúan hospitalizados, 34 de ellos en estado grave, y 272 ya recibieron el alta médica.
La tragedia ocurrió en una terminal de contenedores del puerto en el que se almacenaban 3.000 toneladas de productos peligrosos, especialmente 700 toneladas de cianuro sódico altamente tóxico.