Los militares ucranianos y las milicias prorrusas se acusaron hoy mutuamente de violar el régimen de alto el fuego en el este de Ucrania, escenario de un conflicto que según los últimos datos de la ONU se ha cobrado cerca de 7.000 muertos, entre civiles y combatientes.
"Durante la jornada de ayer la formaciones armadas ilegales violaron en 90 ocasiones el alto el fuego", se afirma en un comunicado del cuartel general de la tropas ucranianas desplegadas en la zona del conflicto.
Según los militares, la milicias atacaron la posiciones de los efectivos gubernamentales junto a las localidades de Manrinka, Starognatovka, Prójorovka y Zaitsevo.
Los prorrusos, añade el parte, emplearon morteros, lanzaderas de cohetes y ametralladoras pesadas.
Mientras, la jefatura de las milicias de la autoproclamada república popular de Donetsk denunció que las tropas de Kiev lanzaron 30 ataques contra localidades controladas por los separatistas.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha expresado su preocupación por el incremento del número de violaciones al alto el fuego acordado en Minsk en febrero de este este año.
Así la manifestó anoche el representante especial de la OSCE en en el Grupo de Contacto para Ucrania, el austríaco Martin Sajdik, en una reunión celebrada en la capital bielorrusa para estudiar la marcha del cumplimiento de los acuerdos de paz.
"La continuación de la acciones militares no ofrece ninguna perspectiva a la población del este de Ucrania", advirtió Sajdik.
El Grupo de Contacto (Ucrania, Rusia y la OSCE, con la participación de representantes de los prorrusos) trabaja en la consecución de un acuerdo para retirar de la línea de separación de fuerzas los carros de combates y las piezas de artillería de calibre inferior a 100 milímetros.