"Las personas de todos los países deberían ser libres de elegir y vivir su fe", afirmó Obama en su esperado discurso dirigido a los musulmanes de todo el mundo desde El Cairo. "La libertad religiosa es central para la capacidad de las personas de convivir", opinó el presidente estadounidense.
En el caso concreto del Islam, subrayó que "tiene una orgullosa tradición de tolerancia". "Lo vemos en la historia de Andalucía y Córdoba durante la Inquisición", afirmó, para a continuación lamentar que "algunos musulmanes tienen la tendencia de medir su propia fe por su rechazo de la de los demás".
Sin embargo, defendió, "la riqueza de la diversidad religiosa debe mantenerse". En este sentido, pidió a los "países occidentales que eviten impedir que los musulmanes practiquen su religión".