El vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte (PTC), Ri Su-yong, reiteró la apuesta del régimen por el desarrollo de armas nucleares en su reunión con el presidente chino, Xi Jinping, en Pekín, informó hoy la agencia KCNA.
Ri transmitió el miércoles al jefe de Estado de China un mensaje del líder norcoreano, Kim Jong-un, en el que expresó entre otras cosas que "se mantiene invariable la nueva línea del PTC de desarrollar simultáneamente los dos frentes", informó el medio estatal norcoreano en un comunicado.
Se trata de una clara alusión a la estrategia "byeongjin" del joven dictador consistente en impulsar al mismo tiempo la economía y el desarrollo de armas nucleares como principales pilares de la política del Estado.
Hasta ahora, los medios chinos solo habían divulgado los mensajes conciliadores intercambiados por ambas partes en su reunión del miércoles.
En la cita, el representante norcoreano presentó a Xi los resultados del reciente VII Congreso del PTC -que tuvo lugar a mediados del mes pasado- y expresó su deseo de que ambos países trabajen juntos para reforzar sus relaciones de amistad y preservar la paz, según indicaron los medios estatales norcoreanos y chinos.
Por su parte, el presidente chino se mostró a favor de mejorar las relaciones bilaterales y la cooperación, aunque también llamó a las partes implicadas en el conflicto de la península coreana -principalmente las dos Coreas y EE.UU.- a "mantener la calma y ejercer el autocontrol".
La reunión del miércoles se produjo en uno de los momentos más bajos en las relaciones entre Corea del Norte y China, dos aliados históricos a los que estos días separan fuertes diferencias, principalmente en relación al programa de armas nucleares y de destrucción masiva de Pyongyang que Pekín se niega a aceptar.
De hecho, en marzo China votó en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de las sanciones al régimen de Kim Jong-un por sus pruebas nuclear y de misiles de largo alcance realizadas a principios de año.
La efectividad de estas sanciones, que tratan de ahogar la economía norcoreana con fuertes restricciones comerciales, depende en gran parte de la severidad con la que las aplique China, que es el mayor socio comercial y valedor económico de Pyongyang.