La mejora de la calidad de las aguas en la Gran Barrera de Arrecifes, en el noreste australiano, requiere unos 11.571 millones de dólares (10.336 millones de euros) en la próxima década, según unos estudios gubernamentales divulgados hoy.
Estos costes iniciales eran parte de un estudio realizado por un grupo de expertos en calidad de agua y economía que, por falta de tiempo, no se incluyó en un informe sobre las aguas de la Gran Barrera publicado la semana pasada, según la cadena australiana ABC.
El Gobierno del primer ministro, Malcolm Turnbull, destinó un fondo adicional de unos 124 millones de dólares (110 millones de euros) para el presupuesto del año financiero que comienza el próximo 1 de julio.
El Partido Laborista, que aspira a ganar los comicios del próximo 2 de julio, ha prometido unos 254 millones de dólares (227 millones de euros) para salvar la Gran Barrera, declarada Patrimonio Mundial y que afronta la mayor crisis de blanqueo de corales de su historia.
La mayor amenaza a la calidad de las aguas en la Gran Barrera provienen de los pesticidas, los sedimentos, que bloquean la luz solar, y el exceso de nutrientes como el nitrógeno, que hacen que los corales sean más vulnerables al blanqueo.
La salud de la Gran Barrera, que alberga 400 tipos de coral, 1.500 especies de peces y 4.000 variedades de moluscos, comenzó a deteriorarse en la década de 1990 por el doble impacto del calentamiento del agua del mar y el aumento de su acidez por la mayor presencia de dióxido de carbono en la atmósfera.