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Al 80% de los puestos de la Plaza le venció la concesión hace dos años

Los vendedores llevan meses negociando con el Ayuntamiento la renovación de las concesiones. El Consistorio trata ahora de regularizar la situación jurídica

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El Ayuntamiento y los adjudicatarios de buena parte de los puestos del Mercado Central de Abastos tratan de regularizar la anómala situación en la que se encuentran desde julio de 2014, hace ya dos años, cuando venció el periodo de concesión del 80 por ciento de los establecimientos.
De ahí que el Gobierno local haya sacado a licitación los puestos afectados con idea de buscar una solución que se ajuste a la legalidad, pero siempre reconociendo y poniendo en valor el trabajo y experiencia de los actuales adjudicatarios.  Se lamenta en este caso que el Ejecutivo anterior no adoptara ninguna determinación al respecto, ya que la situación actual podría haberse evitado de hacerse prorrogado las concesiones en el momento de su finalización.
Desde el seno de la asociación de comerciantes de la Plaza aseguran que la preocupación inicial de principios de año motivada por la “desinformación del proceso” y el coste económico que les podría suponer mantener sus puestos  ha ido diluyéndose a medida que ha avanzado el primer semestre, algo que Miguel Barranco, secretario del colectivo, relaciona con la “buena disposición” que parecen haber encontrado en el Ayuntamiento. 
“La gran mayoría de los comerciantes quiere renovar, es el pan de su casa, otra cosa es que se tengan que jubilar, pero la gente aquí quiere tener su puesto de trabajo, sino ya se habrían ido y no hubiera hecho falta que caducara su concesión”, señala.
Eso sí, de momento prefieren mostrarse cautos ya que en las reuniones mantenidas con los técnicos municipales para estudiar el pliego de condiciones y la normativa para culminar los trámites de negociación se está “viendo la forma de cómo llegar al sitio más apropiado; queremos que todo se haga bien”.
A las puertas de intentar cerrar un acuerdo, lo que más preocupa es el coste de la renovación, cuyo precio mínimo es de 300 euros, cifra que va en función de los metros del puesto y de la actividad,  así como que el Gobierno local sea flexible a la hora de dar opciones de pago y no “apretarles” mucho las tuercas, ya que al importe por renovar hay que sumar los 200 euros que pagan al mes.

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