Las 37 personas heridas de distinta consideración en el descarrilamiento que se produjo en Arahal (Sevilla) el 29 de noviembre de 2017 tendrán que pasar un examen forense para determinar a qué indemnizaciones tienen derecho, como paso previo para definirlas.
Así lo ha explicado a Efe el abogado sevillano Fernando Osuna, que representa a varios de los afectados, que ha concretado que los afectados tendrán que pasar el citado examen durante el próximo mes de marzo, y de sus resultados se extraerán las cantidades que, inicialmente, podrán reclamar por vía judicial.
En el proceso judicial todos los afectados han reclamado la posible responsabilidad patrimonial como compensación al daño sufrido, que se puede gestionar por la vía civil si finalmente el caso es archivado sin responsabilidad penal, ha concretado el letrado.
La investigación sigue adelante sin fecha aún para que se señale el juicio que dirimirá la responsabilidad penal de los presuntos responsables del suceso, y en estos momentos, "se están valorando los informes de los técnicos, aportando pruebas todavía los afectados, y trabajando en un proceso lento, porque hay mucha documentación que reunir", señala Osuna.
El caso fue archivado inicialmente por la titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Marchena (Sevilla), en un auto emitido el pasado 2 de octubre de 2018, que entendía que "no ha quedado acreditada ni siquiera indiciariamente una negligencia de carácter penal que fuera susceptible apreciar la comisión de un delito".
Sin embargo, parte de los afectados pidieron que se reabriese, mediante recursos que fueron aceptados.
Osuna ha matizado que, en el caso de sus defendidos, "no defendemos que haya responsabilidad penales". Sin embargo, con la cantidad de heridos que hubo, el sistema judicial por sí mismo se va a la vía penal", ha dicho, con una actuación de oficio que está ralentizando todo.
Ahora, una vez que se reúna toda la documentación, están pendientes de saber "si el Fiscal acusa formalmente", para lo que todavía no hay fecha siquiera aproximada.
El accidente, según se refleja en el informe de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, se produjo a las 10:07 horas, en el punto kilométrico 20,350 de la línea 422 Utrera-Fuente de Piedra, en el término municipal de Arahal.
El tren de Media Distancia 13901 descarriló por completo (3 coches) "al pasar por un tramo de vía deformado causado por un desguarnecido de balasto, provocado por la escorrentía y las inundaciones producidas tras las fuertes lluvias de las horas previas".
El mismo informe cita que el tren recorrió 410 metros antes de su detención, volcando el coche de cola.
Dos de los afectados, vecinos de las localidades sevillanas de Lora de Estepa y Marchena, continúan con secuelas físicas dos años después del suceso.