La secretaria provincial del Sindicato de Enfermería Satse en Sevilla, Reyes Zabala, ha confirmado que la organización ha comenzado a interponer denuncias ante la Inspección de Trabajo y ante la Dirección General del SAS ante las falta de equipos de protección individual (EPIs) en los centros sanitarios de la provincia y reclama a las administraciones, Junta de Andalucía y Gobierno central, que “articulen con inmediatez, urgencia y garantías” las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las trabajadoras-
Zabala ha asegurado que en la provincia de Sevilla es “generalizada” la escasez de equipos de protección individual (EPIs) para las profesionales de enfermería, menos en lo que a guantes se refiere pero sí en las diferentes mascarillas con filtros que requieren para la atención de enfermos contagiados por coronavirus, gafas homologadas o batas impermeables. Según la secretaria provincial de Satse, sí se ha detectado especial problemática en la UCI del hospital Virgen Macarena y en el hospital de Valme, ambos en la capital.
Satse ha reconocido que se ha abordado la situación con los comités de salud de los centros, en especial con las unidades específicas como las UCI que requieren esos EPIS, al atender a pacientes con mayor riesgo de contagio, y que en muchos casos “sólo hay uno por turno o se tienen que reutilizar las batas”.
Para Zabala, el alto índice de contagios entre los sanitarios, es una consecuencia directa de la falta de equipos de protección individual, por eso han comenzado a presentar denuncias ante la Inspección de Trabajo y llevarán ante la Fiscalía las posibles responsabilidades que se detecten.
La secretaria provincial de Satse, Reyes Zabala, asegura que el problema de la pandemia en Andalucía no están en los recursos humanos, que los hay, ni en la organización de los propios hospitales, ya que hay profesionales en la bolsa de trabajo y la suspensión de las consultas e intervenciones no oncológicas programadas ha permitido “preparar” al sistema para atender a la pandemia, permitiendo a los centros crear circuitos separados, para contagiados o no, y destinar a las exclusivas a los positivos.
“El problema está en la falta de equipos de protección, que sí pueden tener una repercusión directa” si hay un alto nivel de contagios en el personal sanitario, que empeoraría si alcazamos el pico de incidencia y no existen esos EPIs. “Si los casos se disparan, tendremos un problema”, advierte Zabala, que ha exigido que “la prioridad sea el suministro de EPIs”, recordando que “es el empresario el que tiene la obligación de proteger al trabajador”.
También ha querido agradecer la solidaridad de multitud de pequeñas empresas que se han acercado hasta los hospitales para distribuirles mascarillas, batas o gafas, aunque recuerda que, una vez llegan, deben ser los equipos de Preventiva los que verifiquen que, ciertamente, cumplen con las garantías para ser utilizados ante un virus como el Covid-19.