Los hospitales sevillanos del Virgen del Rocío, Macarena y Valme son estos días la sala de máquinas donde se combate cuerpo a cuerpo contra el coronavirus. Las visitas a estos centros se han visto reducidas de manera muy notable como consecuencia del confinamiento obligado decretado por el estado de alarma con el fin de evitar que los casos de contagiados, ingresados y fallecidos sigan subiendo. Pero hay consultas y atenciones médicas que se mantienen en este estado inédito. Es el caso de los embarazos y partos.
Desde que se decretó en el estado de alarma el pasado 13 de marzo y camino de cerrar la segunda semana de aislamiento y restricciones, son 305 los niños que han nacido en los tres hospitales de referencia de la provincia de Sevilla (143 en el Virgen del Rocío del 13 al 23 de marzo; 73 en el Valme del 13 al 25 de marzo y 89 en el Macarena). Son los primeros bebés de la que podría denominarse la era coronavirus, a tenor del impacto social, económico y emocional que esta pandemia y crisis sanitaria va a tener en la sociedad.
El Virgen del Rocío ya ha diseñado y puesto en funcionamiento un doble circuito interno para atender, por un lado, a las mujeres embarazadas contagiadas con coronavirus y, por otro, a las sanas. Este plan específico se ha elaborado una vez que el Ministerio de Sanidad aprobó el protocolo genérico que hay que seguir con este colectivo.
En primer lugar, el Ministerio señala en dicho protocolo, disponible en su página web, que existen “muy pocos datos” de embarazadas afectadas por el Covid-19 pero “parece que no son más susceptibles de infectarse por coronavirus”.
Los estudios científicos que existen y que sirven como escenario para el Covid-19 están hechos con embarazadas contagiadas por SARS-COV-2. Para ese caso, las mujeres se infectaron en el tercer trimestre de embarazado y el cuadro clínico que presentaron “no parece ser más grave que en el resto de la población joven y sana”, dije el Ministerio en su protocolo.
Sanidad establece dos escenarios de actuación. El primero de esos escenarios está pensado para embarazos por debajo de las 24 semanas, en cuyo caso “se comprobará la viabilidad fetal y se seguirá el procedimiento del resto de pacientes”. Si está por encima de las 24 semanas, “se comprobará el bienestar fetal y la paciente permanecerá en observación hasta el resultado de las pruebas diagnósticas”.
Si hiciera falta ingreso, el Ministerio propone “medidas de aislamiento de contacto y por gotas”, que haya una única visita en la habitación y un registro de personas que acceden a esa habitación.
En el momento del parto, se aconseja que éste sea en la habitación de aislamiento o en un paritorio para tal fin.