Fuentes del sindicato explicaron que, a raíz de la emisión de este reportaje, se abrió un procedimiento para depurar responsabilidades, criticando que, “como siempre, se busca culpables entre los policías y los auténticos responsables del CIE, es decir, los mandos, siempre están libres de culpa por definición”.
Esta misma fuente señaló que “la primera de las irregularidades se produce al sacar a un funcionario de este procedimiento automáticamente”, por lo que este siguió su curso con cuatro funcionarios.
Así, UFP pidió una copia del actuado para ver en qué se basaban para acusar concretamente a este turno. El informe hacía mención a que durante 12 minutos hubo un apagón de una cámara, de las 26 ó 27 que hay en el centro. Además, sostuvo que basan la identificación del día de las grabaciones en”el reconocimiento de voz de uno de los 190 internos”.
En vistas de lo ocurrido, la UFP aseguró que “no dejarán pasar ninguna de las irregularidades que se cometen en ese CIE” y exigirán que el régimen disciplinario “se aplique con la misma severidad contra los verdaderos responsables de las mismas”.
En cualquier caso, se preguntó por qué el mencionado reportaje “ha indignado tanto”, cuando afirmó que, por ejemplo, “en una ocasión robaron dos pistolas de los vestuarios del CIE y no se abrió ningún expediente”, concluyó el sindicalista.