El Partido Popular (PP) ha realizado su comparecencia semanal en la plaza del Cabildo para escenificar nuevamente su desacuerdo con algunos aspectos del proyecto ‘Ciudad Amable’. Su concejal Lidia Morales, como miembro de Nuevas Generaciones del PP, señalaba estar en contra del posible derribo del paseíllo del mirador de la peña y que, de ser así, significaría “una barbaridad” por atentar contra el patrimonio histórico. Asimismo, se posicionaba al lado de los vecinos del casco antiguo y de cuantos han firmado en contra de este proyecto. Morales abogaba por un continuo diálogo con los arcenses para tratar éste y otros asuntos que les afectan en el día a día. NNGG cree a este respecto que el equipo de Gobierno está haciendo oídos sordos y le ruega que tenga en cuenta la opinión de la población que se vierte en medios y redes sociales.
Además, pregunta al alcalde que, si quiere lo mejor para su ciudad, por qué la tardanza en reunirse con la asociación vecinal para darle explicaciones “que acaben con la incertidumbre”. Muestra también su apoyo a otras demandas de los vecinos, que se quejan de largos desplazamientos para recibir servicios básicos como la salud, los productos farmacéuticos y las gestiones bancarias, amén de la falta de aparcamiento. La misma asegura que cada vez es más complicado vivir en el casco antiguo, por lo que desconfía en una hipotética revalorización de las viviendas del conjunto histórico como auguraba el alcalde. También cree que hay otras maneras de atraer turismo que no sean a costa de “la comodidad” de los vecinos, como además pide al equipo de Gobierno que escuche particularmente a los jóvenes como “el futuro” de la sociedad. Sobre el mirador de la peña, se pregunta qué ocurriría con esa fotografía universal de Arcos que sería distinta con el derribo del balcón.
Así, se refiere a “un símbolo emblemático”. Su compañero presidente, Domingo González, dice que “es importante escuchar a quienes más saben del casco antiguo”, del que dice “va hacia atrás porque se han perdido muchos servicios”, en alusión a los negocios de proximidad y a “la falta de limpieza”. Sobre el mirador, asevera que actúa como efecto llamada del turismo, restándose así sentido a su posible derrumbe. También acusa al alcalde de faltar a la verdad y de querer acabar con el patrimonio y con un reclamo turístico “que da de comer a muchas familias”. El PP quiere forzar un pleno para que el equipo de Gobierno ofrezca más explicaciones sobre el proyecto. Para ello cuenta con el apoyo del resto de la oposición.