La cota más aceptada, establecida en 1954 por el topógrafo indio B.L Gulatee, es de 8.848 metros, marca rectificada en 1975, cuando Nepal y China reconocieron su frontera compartida -que pasa por el Everest-, y fijaron la altura del pico en 8.848,13 metros.
Pero en los últimos años han surgido dudas a raíz de la aparición de nuevos cálculos.
En 1999, un equipo de la Sociedad Nacional Geográfica de EEUU determinó utilizando tecnología GPS que el Everest medía 8.850 metros, más uno de nieve.
Y en 2006, China rebajó ligeramente la altura al anunciar que, según sus estudios, la montaña más alta del mundo tenía en realidad 8.844,4 metros, a los que debían sumarse 3,5 de nieve.
Las autoridades nepalíes y chinas no acaban de ponerse de acuerdo en si los metros de nieve de la cumbre deben añadirse o si solo ha de contabilizarse la superficie de roca, postura que defiende Pekín.
Así las cosas, el Estado comenzará este año un programa de inspección de localidades que “también abarcará el Everest”, explicó el subdirector general del Departamento de Reconocimiento, Kalyan Gopal Shrestha. No está claro cuándo concluirá el proceso, pues tras la medición vendrá el turno de consolidar y verificar los resultados.
Fue allá por el año 1852 cuando se estableció que el Everest era, con 29.002 pies (8.840 metros), la montaña más alta del planeta.