El Iberostar Tenerife volvió a dejar claro que no pasa por sus mejores momentos y el Barcelona, igual que hizo en los cuartos de final de la Copa del Rey, ganó con mucha claridad en el Santiago Martín (56-78).
El conjunto tinerfeño lo intentó, sobre todo en la primera mitad, pero, como viene siendo habitual, le faltó acierto y quizás más tensión defensiva.
El equipo de Alejandro Martínez, que no pudo contar con Lazaros Papadopoulos, lesionado, aguantó como pudo hasta el descanso, pero a partir del tercer cuarto los de Xavi Pascual aceleraron y en el minuto 25 tenían 20 puntos de diferencia (28-48).
El Barcelona empezó con un parcial de 2-11, pero Saúl Blanco, con siete puntos consecutivos, hizo que su equipo se acercara a cuatro puntos (11-15). Los visitantes, con Abrines muy acertado, llegaron al primer parón con ventaja de cinco puntos.
Volvió a poner tierra de por medio el equipo catalán (15-30) a los tres minutos del tercer cuarto. El Iberostar Tenerife lo intentaba, pero los visitantes terminaban sus posesiones con balones claros para tirar que no desaprovecharon.
Alejandro Martínez tuvo que parar el partido con un tiempo muerto. Su equipo buscó el juego interior, Jesús Chagoyen puso garra y puntos, lo mismo que Blanco, y un parcial de 10-0 para los locales equilibró el duelo (25-30).
Tras el descanso, el Iberostar empezó a desaparecer, y con un 25-43 (min. 23) se acabó el equipo tinerfeño. Errores en los lanzamientos, en los pases y también en los tiros libres permitieron al Barcelona ir aumentando su distancia.
Sobró el último cuarto y Xavi Pascual siguió con sus rotaciones, pero la intensidad defensiva de sus hombres no era la misma. Tampoco en el Iberostar, que seguía sin encontrar su juego y vio cómo el equipo catalán se volvía a ir de Tenerife con una victoria.