El sevillismo ha sacado la calculadora para hacer cuentas tras dos victorias consecutivas cuanto menos inesperadas. La primera en Pamplona tras la resaca del Euroderbi y la del miércoles frente a un Madrid que venía jugándose la vida y la Liga.
Pero el Sevilla ya está en los 50 puntos tras seis históricos triunfos consecutivos y, lo más importante, con unas sensaciones que invitan al más exacerbado optimismo. Y es que una vez que el billete para Europa lo tiene en la palma de la mano, la clasificación invita a pensar más allá. Ahora la Champions ha dejado de ser una quimera para los de Nervión.
El cuarto de la Liga, el Athletic, está a seis puntos. En otros casos pensaríamos que estuviera a un mundo, pero aún restan 24 puntos en juego y además de que el Sevilla vaya como una moto lo cierto es que los calendarios que tienen por delante ambos conjuntos hacen pensar que el Sevilla tiene más opciones de las que en un principio se pudiera llegar a imaginar.
A saber. Los de Nervión tienen en el derbi del Domingo de Ramos, aunque sea el colista pero es un derbi, su duelo más complicado en lo que resta de campeonato, además del enfrentamiento directo en la jornada 35 frente al Athetico en San Mamés, que puede ser determinante. Del resto, fuera de casa Balaídos mañana y Getafe en la penúltima jornada. Y en el Pizjuán, Espanyol, Granada, Villarreal y Elche, respectivamente.
Por su parte, los leonés tienen aún que recibir este fin de semana al líder, el Atlético de Madrid, y al propio Sevilla, además de viajar a la ciudad condal para enfrentarse al Barcelona. Por lo demás, viajarán a Valencia para jugar contra Caparrós, a Vallecas y a Almería en la última jornada. Y en casa tendrán que recibir al Málaga y a la Real Sociedad. Mucho en juego para un final de Liga apasionante.
