El transcurso del verano entre Sevilla y Celta apunta a que llegará más allá del traspaso ya ejecutado de Krohn-Dehli. En Nervión buscan un lateral diestro para mejorar quizás uno de los puntos flacos del plantel de Unai Emery. Una posición poco fiable y en la que tuvo que actuar en varias ocasiones el propio Aleix Vidal durante esta pasada temporada.
No significa que la marcha del catalán al Barça sea el detonante para que Monchi busque en el mercado a un lateral de garantías. Este objetivo ya estaba encarrilado desde mucho antes del millonario traspaso de Aleix. Por un parte, con Coke se cuenta, principalmente porque es un pilar esencial de Emery para hacer vestuario, además de que habitúa a cumplir cuando salta al césped, aunque no suela rozar el sobresaliente. En el caso de Diogo la situación difiere. Un futbolista joven, que cumplirá 24 años en julio, pero que no termina de cuajar en la filosofía nervionense. Su irregularidad es patente y cada vez cuenta con menos minutos. Además, a ello hay que unirle que su contrato expirará en 2017. Es decir, sólo restaría un año para sacarle algo de tajada.
Y ese es el objetivo. Vender este verano a Diogo a un precio módico y apostar por la frescura y juventud del lateral derecho del Celta Jonny Castro, que con 21 años se ha consagrado como uno de los mejores laterales españoles. Eso sí, no será sencillo negociar con los gallegos, que piden 10 millones. Por su parte el Sevilla ya ha mostrado su interés.