El portavoz de los Comités de Coordinación Local, Omar Edelbe, dijo a Efe que “la represión más fuerte” tuvo lugar en la localidad de Duma, en la provincia oriental de Rif Damasco, donde murieron cinco personas, y en Alepo, donde perdieron la vida dos por disparos de las fuerzas de seguridad.
En esta jornada, bautizada con el lema Sólo vamos a arrodillarnos ante Dios, el habitual goteo de víctimas comenzó desde primera hora de la mañana, cuando empezaron las manifestaciones, que se intensificaron tras el rezo musulmán del mediodía.
Pese al estricto cerco del Ejército y las fuerzas de seguridad sobre las ciudades, especialmente en los alrededores de las mezquitas, miles de personas salieron a las calles para pedir la caída del régimen de Al Asad.
“Los agentes de seguridad se anticiparon las marchas con campañas de detenciones de activistas y disparos al aire”, dijo Ebelde.
Según avanzaba la jornada, los miembros de las fuerzas de seguridad dispararon contra “todos los participantes en las manifestaciones”, agregó.
En Duma, una de las localidades más afectadas por la represión, cinco personas, entre ellas una mujer y un joven de 16 años, murieron por impactos de bala.
El otro punto de mayor conflicto fue el barrio de Sajur en Alepo, donde perdieron la vida dos manifestantes, después de ser sitiado por las fuerzas del orden para efectuar vastas campañas de detenciones.
Además, se registraron dos muertos en Idleb (noreste) y uno en Saqba (este), Deir el Zur (noreste), Homs (centro) y Hama (centro).