Fuentes del Instituto Armado han informado a Europa Press de que los tres cadáveres corresponden a un joven nacido en 1984 en Barcelona, identificado como C.S.B.; a un varón nacido en 1982 en Lituania, que responde a las siglas A.G., y, por último, a un joven originario de Ucrania.
No obstante, los agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla están ultimando las tareas tendentes a identificar este último cadáver, pues han mandado los datos de la misma a la Interpol y están pendientes de que, desde este organismo, le sea confirmada la identidad del ciudadano ucraniano.
Al hilo de ello, y según las fuentes consultadas, los agentes de la Benemérita siguen investigando las circunstancias en que se produjo el suceso, aunque continúan trabajando con la hipótesis de que los fallecidos estén relacionados con el narcotráfico. No obstante, en el helicóptero no ha sido hallada droga alguna.
El helicóptero accidentado correspondería a un modelo antiguo, estaba pintado de color verde mimético y carecería de matrícula, mientras que no tenía plan de vuelo. Además, la aeronave no pertenece a las Fuerzas Armadas, toda vez que fuentes de Navegación Aérea y Aeropuertos Españoles (AENA) confirmaron a Europa Press que los aeródromos de Sevilla y Jerez de la Frontera (Cádiz) no echan en falta ninguno de sus aviones, avionetas u helicópteros.
El aparato habría quedado totalmente destruido, según las citadas fuentes, que señalan que los agentes prosiguen con su investigación al objeto de intentar esclarecer las circunstancias del suceso, el origen del helicóptero y su posible relación con el narcotráfico.