El periódico señala que el ministro laborista reclamó dinero del erario público por un piso de su propiedad pese a disfrutar de una vivienda oficial en el número 11 de Downing Street, donde es vecino del primer ministro.
Una portavoz de Darling negó, sin embargo, que el ministro hubiera violado las reglas sobre gastos parlamentarios.
Según The Daily Telegraph, en julio del 2007, poco después de convertirse en titular de Finanzas, Darling reclamó el pago de 1.140 euros por gastos de comunidad de su piso del sur de Londres.