Los abogados de la acusación que representan al FROB y a Bankia en el juicio contra los usuarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid han defendido hoy su condición de perjudicados, por la inyección de dinero público y dado que la entidad financiera heredó el negocio bancario de la caja.
Los acusados han intentado sacar agua de las rocasEl meollo de la cuestión, según el letrado que representa al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, reside en el hecho de que el organismo resultó perjudicado por el presunto uso irregular de las tarjetas ya que tuvo que afrontar el "costosísimo saneamiento del Grupo BFA Bankia", entidad de importancia sistémica entro del sistema financiero español.
El letrado se ha referido además a una sentencia del Tribunal Supremo que estableció, durante el juicio de la Caja de Ahorros del Mediterraneo (CAM), que el FROB sí se podía considerar perjudicado por la actividad de dicha caja pese a que se creó con posterioridad a los hechos investigados y condenados en 2015.
El mandato legal del FROB señala que debe procurar que los administradores de las entidades financieras respondan de los daños y perjuicios causados a éstas, algo que el FROB "mantiene a rajatabla y no va a descuidar".
Por lo que respecta a la posible vulneración del derecho a la intimidad de los usuarios de las tarjetas opacas, al haberse divulgado el contenido de sus gastos con las tarjetas, ha asegurado que el FROB no los conocía, aunque sí un informe jurídico que no aclaraba si eran constitutivos de delito o no.
Ha recordado que existe un correo electrónico de Caja Madrid que se refiere a estas tarjetas como tarjetas "black", una expresión que en su opinión determina la necesidad de investigar.
De este modo, la investigación de estas tarjetas es no solo "lícita sino obligada", en un proceso en el que el respeto a los derechos de los usuarios ha sido "impecable".
La auditoría interna de Bankia muestra que los gastos no estaban derivados de sus funciones de representación de la empresa sino que se trataba de gastos particulares.
Y más aún, Bankia no es continuadora de la personalidad jurídica de Caja Madrid, pero sí su sucesora en el negocio bancario, algo "que no tiene discusión".
El abogado de la acusación que representa a Bankia, por su parte, se ha manifestado en la misma línea que el letrado del FROB, y también en la que "brillantemente", en sus propias palabras, ha expuesto el Ministerio Fiscal, que ha asumido.
Asimismo, ha recordado que las tarjetas objeto de la investigación se gestionaban de forma paralela al resto de tarjetas, en condiciones particulares, bajo la tutela del exdirector general Ildefonso Sánchez Barcoj,
Por lo que respecta a la autenticidad del archivo de excel que detallaba los gastos efectuados con estas tarjetas, cuya veracidad han puesto en duda las defensas, ha indicado que se trata de una cuestión que no puede estar bajo sospecha, ya que los datos proceden de Bankia.
En respuesta al abogado defensor del exdirector general de Caja Madrid Ildefonso Sánchez Barcoj, que en la jornada anterior acusó a Bankia de "ocupar con c o con k" la actividad de Caja Madrid, el letrado ha defendido la posición de la entidad como heredera del negocio bancario de la caja, que "no ha ocupado ni con c, ni con k, ni con q".
El letrado de BFA ha compartido también los argumentos expuestos por Ministerio Fiscal, al igual que el representante de la Confederación General de Trabajadores (CGT).
Por lo que respecta al abogado de la acusación popular que representa a la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), Andrés Herzog, ha defendido la legitimidad de Bankia y del FROB para acusar a los usuarios de las tarjetas.
En su opinión, no caben "argumentos simplistas", como que ni BFA, ni Bankia ni el FROB existían cuando se cometieron las presuntas irregularidades; está claro que Bankia ha heredado el negocio bancario de Caja Madrid y también el perjuicio causado a la antigua caja.